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“Queremos que “El club…” sea una escuela, una gran escuela”

El ex “notero pobre” comenta sobre el éxito del “Club de la comedia” (Chilevisión) y cómo un grupo de desconocidos está cambiando la visión del humor en Chile. Además, hace un llamado a la esperanza tras superar un cáncer que lo tuvo al borde la muerte y más mediáticamente expuesto que nunca.

22 de Julio de 2008 | 08:31 |
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Fue el suceso televisivo del 2007. Un grupo de desconocidos jóvenes comediantes saltaba de las apacibles aguas de la TV por cable (con “SCA” por Vía X) a la cruda y competitiva televisión abierta (CHV) con un programa de humor, algo casi extinto en el medio local e introduciendo un género aún inexplorado en el país: el stand up comedy, al más puro estilo de Jerry Seinfield.

¿El resultado? Sorpresivamente, un éxito. “El club de la comedia”, con Natalie Nicloux, Natalia Valdebenito, Patricio Pimienta, Sergio Freire, Juan Pablo Flores y Pedro Ruminot, quien nos convoca, paso a paso fue ganando audiencia y en su primera temporada al aire llegaron a superar los 22 puntos de rating, imponiéndose ante imbatibles rivales como “Pelotón”, “Vértigo” y “Casado con hijos”. Todo un logro.

Y un logro que además traspasó las pantallas, con presentaciones en vivo y llenos totales. Es por eso que todos los jueves de mayo a las 10 estrenarán una nueva función en el Teatro Mori del Parque Arauco, que según Ruminot “será un show diferente sin material audiovisual sino que vamos a actuar todos los sketches del “Hombre ardiente”, “las tortilleras”, será mucho más teatral, habrá nuevos monólogos y además interacción con el público”.

Con su humor negro característico, agrega: “no creo que nos vaya bien porque no sé si éste es nuestro público. Siempre tengo poca fe, porque ir de ganador por la vida no resulta. Pero es un desafío más como todos los que hemos tenido”.

Además, en junio parte una nueva temporada del programa en Chilevisión, todos los miércoles en horario prime. “Renovamos todo, los personajes, aunque quedaron los que más funcionaron: “El encuestador”, “Gay encubierto”, pero vienen con elementos más graciosos, espero. Todos vamos con un personaje nuevo, el mío es Cirilo (de Carrusel), que viene a Chile más viejo, borracho, loco, drogadicto, comete femicidios y puras huevadas así”.

Él, junto a Freire escriben casi todos los guiones y asegura que frente a comparaciones con otros programas de humor, “Nuestra idea es parecernos a “Saturday night live”, incluir una banda, a algún famoso haciendo un monólogo, que el elenco crezca. Que se transforme en una escuela de humor y de comedia, en un programa clásico de la TV chilena y que pasen distintos personajes, que entre y salga gente”.

- También los señalaron como el nuevo “Jappening con ja”.
“Recién llevamos una temporada oficial y una de verano entonces las comparaciones con el “Jappening”, primero nos cayeron mal porque nunca nos gustó el programa y por otro lado, era demasiada responsabilidad y peso porque el “Jappening” duró mucho tiempo y a la gente acá le gustaba mucho y se sentían identificados. Nosotros estamos recién empezando y nos sentimos más cercanos a lo que hizo “Plan Z” aunque no lo veía nadie y tenían un nivel superior. Pero, insisto, la idea ahora es parecerse más a “Saturday…””.

-Lo de ustedes es ser comediantes más que humoristas, según han dicho. ¿Cuál es la diferencia?
“Que el humorista es el del chistecito corto nomás, nosotros queremos cambiar esa visión, a la del comediante, que es más completo. Mi papá siempre recorta todas las cosas mías que salen en los diarios y una vez salía diciendo que quería refundar, junto a Fabrizio Copano, la comedia en Chile y eso, en parte, lo logramos. Hemos influido en los jóvenes: han hecho festivales de stand up y es un fenómeno que va más allá de la tele. Está generando la inquietudes y eso es muy bueno porque acá no hay escena, no hay lugares para hacerlo, está el Cachafaz, el bar Abajo pero más allá de eso no hay nada más, no hay comediantes, por lo que también es mucha responsabilidad y uno no busca ser formador pero sí lo termina siendo. Cuando yo era chico veía “Plan Z” y quería hacer un programa así y ahora me imagino que los cabros chicos ven nuestro programa y quieren hacer algo así. Y de a poco, irán metiendo mano en la comedia, viendo películas de Woody Allen, hasta los mismos Simpsons, ganando un buen nivel para poder hacer comedia en un bar, porque así se empieza, así lo hice yo”.

-¿Cómo proyectas el programa?
“Queremos que “El club…” sea una escuela, una gran escuela, que mejore. Pero yo quiero cumplir mi contrato con el canal que dura dos años y después no estar más en el programa, por necesidad de hacer otras cosas”.

-¿Porque te sientes restringido en el canal?
“No, imagínate que nosotros teníamos la intención de meter más crítica social y reírnos de los políticos y antes de eso se nos acercó Pablo Morales (director de producción y contenidos) y nos dijo que era el momento de hacerlo o sea, ellos nos pidieron hacerlo. La idea no es reírse por reírse pero tenemos amplía libertad y más amplia que cualquier otro programa del canal”.

-¿O sea, los dejan ser totalmente?
“Con nosotros no se meten mucho, nos dejan ser, crear. Hace poco tuve una reunión con los gerentes y nos dan todo para poder hacer lo que nosotros queremos y no nos ponen trabas. Lo único ha sido con el mal gusto, muchas veces hemos caído en el garabato fácil de decir huevón, por decirlo, que no tiene sentido y en eso tienen razón, no tenemos por qué caer en la ordinariez y en el facilismo. Eso es lo único que nos piden y exigen”.

-¿Otros proyectos?
“Soy demasiado inquieto. Al “Club…” quería cambiarlo y así va a ser y hacer otras cosas me impedirían seguir en el programa pero mi contrato dura hasta el 2010 así que me queda un rato. Pero estoy trabajando para hacer una película, hacer cine acá es muy complicado, sobre todo de animación. Sería sobre el regreso de la pequeña gigante pero es complicado, hay muchos intereses de por medio, se meten y salen muchas personas y sobre todo para alguien que no tiene mucho tiempo como yo, ¡estoy durmiendo nada! Además estoy haciendo un sitio de Internet, un postcast con expectativas de llegar a la radio, escribiendo guiones por todos lados, asesorías y qué se yo. Me fui a la mierda, es agotador. Tengo la escuela de “Duro de domar” y aprendí trabajando con argentinos que pueden pasar de largo y no se quejan hasta que el programa salga bien. Es un problema ser tan inquieto y siempre tener la ansiedad y necesidad de estar haciendo algo y de convencer y engrupirse a la gente, de buena manera, de que lo que uno hace es bueno”.


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