A través de “Flashback”, su programa ochentero que se transmite por algunas radios de su querido sur, Cristián intenta mantenerse presente en el dial, su primer amor de los medios de comunicación.
Oriundo de Valdivia, ya a los 15 años llegó a trabajar en la radio San Sebastián de su ciudad. Eso sólo sería el paso previo a su llegada a las discoteque como dj y comunicador.
Al igual que con ingeniería electrónica, estudió sólo dos años periodismo, pero no tiene ningún complejo en decir que comenzó a hacerlo por la presión de estar en televisión y que de vez en cuando se escuchara un “ah, pero tú no eres periodista”.
Tras llegar a Santiago para trabajar en Radioactiva, se trasladó a Los 40 Principales, donde fue descubierto por Mauricio Correa, quien se lo llevó al matinal de TVN, mismo recinto laboral de Jennifer Warner. El resto es historia. Ella se lo lleva para dar inicio a un nuevo programa, apostando por la farándula dura como temática.
“Así nació ‘SQP’. Lo daban a las 4 de la tarde y el estudio era el garage de una casa. Después se transformó en un monstruo”.
- El año 2006, tú pasaste a conducir el programa. ¿Te criticaban mucho que le habías aserruchado el piso a Jennifer Warner?.
“Mucho, si la gente en a calle me decía ‘¡ey, te cagaste a la Jenny!’ Y nada que ver, pero igual tuve que pagar ese costo”.
-¿Y eso estaba claro entre ella y tú?
“Sí, porque ella tenía claro que se fue porque ella quiso, porque no se sentía cómoda con lo que se estaba haciendo y por eso dijo que se iba. Nadie la echó ni le dijo ‘te vas tú porque él es mejor’”.
-¿Y son amigos hasta el día de hoy?
“Lo que pasa es que la Jenny se fue de ‘SQP’, metió todo en un cajón, incluyéndonos a nosotros, y cerró la puerta. Nunca más habló con nadie. Nosotros teníamos una relación de amistad, éramos amigos, salíamos a comer. Pero ella cortó relación con todo el mundo. Yo la llamé un par de veces: más que un par de veces. Le mandé un mensaje cuando partió con el programa de los gordos (‘Cuestión de peso’), así como ‘suerte, que te vaya bien’, y nunca tuve respuesta”.
-¿Y no has sentido la necesidad de alejarte de esto también?
“No, porque siempre he tenido la capacidad de despegarme, de hacer la pega e irme para mi casa. Siempre lo he visto como un trabajo y lo he encontrado divertido; trato de quitarle el lado negativo a todo, así que para mí no ha sido tan terrible. Claro, han habido momentos en que he estado cansado de hablar todos los días lo mismo; semanas hablando de Carla Ochoa... no sé”.
-¿Pero no ha tenido entonces, ningún costo trabajar en farándula?
“Por ‘SQP’ perdí la radio. Allá no querían tener a un personaje que hiciera farándula. Ese fue un costo muy importante y lo sigue siendo hasta el día de hoy”.
-¿Fue en la radio donde partiste como dj?
“Partí antes, en Valdivia. Luego, cuando me vine a Santiago, empecé a hacer fiestas Radioactivas, y en algún minuto, como por el año 2000, me cansé. Era la época del axé y tenía que poner la música que estaba de moda, aunque no me gustara”.
Un día, un amigo le propuso la idea de hacer fiestas con música de los ‘80, en tiempos en que al ofrecerlas dudaban un poco del éxito que tendrían, pero que hoy no le dejan estar ni un solo fin de semana en su casa, en el Cajón del Maipo, con su esposa y su hija de 2 años y medio, Consuelo.
”Mi mujer ya está cansada. Salgo un viernes en la noche y a veces no vuelvo hasta el domingo”, comenta, antes de aclarar que piensa acortar su entrega al trabajo de fin de semana, lejos del hogar.
-¿Cuál es tu vicio privado?
“Tal vez es medio nerd, pero meterme a ebay y cachurear como memorabilia, coleccionables y comprar cosas vintage; me da lo mismo que sean cosas que costaban $100 en su época. De música, compro mucha”.
-Debes tener mil vinilos.
“Sí, 3 mil y 6 mil cd. Es que he venido juntando desde fines de los ‘80... Tengo el mismo disco 4 veces, pero en la edición japonesa, alemana... No sé”.
