 |
(Fotos: El Mercurio) |
SANTIAGO.- El camino más obvio con
"Perspecplejia", el programa que comienza hoy a las 23:00 horas en Canal 13, sería ponerlo como ejemplo para decir que la televisión chilena es capaz de crear y jugársela por espacios de calidad, por propuestas que además, tengan el valor agregado de ofrecer un mensaje potente.
Este espacio nació del documental del mismo nombre que David Albala, su director, produjo luego de que un accidente lo dejara en silla de ruedas. En él, se mostraban las historias de un grupo de famosos, como Amaro Gómez Pablos o Vivi Kreutzberger, que aceptaban el desafío de vivir la discapacidad por un día, por ejemplo, desplazándose arriba de una silla de ruedas.
En la serie que Albala creó para el canal católico la idea es diferente, porque los rostros dejaron su espacio a personajes anónimos, con distintos tipos de discapacidad, que se atreven a contar sus historias de vida al realizador.
Esta variante hace que "Perspecplejia" pueda ofrecer algo más que calidad, porque los diálogos con los diferentes "protagonistas" se dan en un ambiente relajado e informal, algo muy distinto a la melancolía habitual que acompaña a las notas sobre discapacidad.
"Cada uno tiene su manera y sus visiones sobre reflexionar de la vida, ‘Perspecplejia’ no es una serie de discapacitados, es un programa donde reflexionan sobre sus vidas y la discapacidad es sólo un pretexto para hablar de ello", cuenta su realizador.
El debut no le ha quitado el sueño porque "tengo tantas cosas que de repente me acuerdo que hoy empieza el programa", comenta.
Diálogo abierto
Albala define los testimonios que recogió para su programa como "conversaciones honestas, sinceras y abiertas sobre la vida, la vida con una limitación física, con una discapacidad".
El documentalista agrega que su objetivo fue saber "cómo han resuelto sus vidas, cómo las han aceptado y también qué cosas les ha permitido aprender esa limitación, porque tú aprendes de tus limitaciones y ése es un descubrimiento que te enriquece y produce mucha satisfacción".
Él también ha vivido el proceso, por eso comenta que: "Yo he aprendido tantas cosas por no poder caminar y eso me ha permitido descubrir cosas de mí mismo, del resto. Ahora me maravillo y me sorprendo con cosas que antes no veía".
"Eso te hace sentir muy pleno, más allá de que no puedas ver, no puedas escuchar o caminar, al final quienes tenemos una discapacidad, no andamos pendientes o preocupados de ella, porque si lo haces, conviertes un límite, no en un desafío, sino que en una pared infranqueable y ésa no ha sido mi postura", agrega.
Un Camino propio
Para David Albala realizar "Perspecplejia" fue más que su primer documental, también le sirvió como una terapia para enfrentar la nueva vida que comenzó luego del accidente.
"Hacer la película y la serie se transformó en una rehabilitación única y privilegiada, porque me dio la oportunidad de conocer a otros que están en la misma que yo y me contaron cómo lo hicieron", dice.
"No soy conciente todavía de todo lo que he aprendido, creo que he estado demasiado metido dentro de la máquina. A pesar de las veces que he visto "Perspecplejia" me cuesta darme cuenta de que la persona que está en la pantalla soy yo", agrega.
En el camino ha tenido que enfrentar dificultades, como la producción del DVD de su documental, que al final tuvo que costear él porque "las distribuidoras nunca se interesaron, la consideraron una obra menor y de poco atractivo para el público", reclama.
David Albala ya está embarcado en su siguiente proyecto, que mostrará la vida de "seis mujeres en América que están luchando por cambiar su sociedad, por logar reivindicaciones sociales para las comunidades de discapacitados justo ahora que la OEA y la ONU declararon el decenio de personas con discapacidad", adelanta.
"Si me traen un proyecto interesante, aunque quiera desvincularme de la discapacidad no lo voy a hacer", es su respuesta cuando le comentan que seguirá ligado con el tema que ha marcado su carrera hasta ahora.
