Fotos: Claudio Bueno.
SANTIAGO.- Una tensa situación se vivió esta madrugada en la Plaza de Armas de Santiago, donde Marcos Villalobos, un vendedor ambulante de 37 años, amenazó con quemarse a lo bonzo.
El hombre exigió la presencia del alcalde de Santiago, Raúl Alcaíno, quien llegó al edificio municipal pasadas las 7 de la mañana y aceptó reunirse con este comerciante, quien finalmente desistió de su intención de suicidarse.
El individuo pedía conversar con el alcalde para que le fuera renovado su permiso de trabajo, que le fue revocado cuando el nuevo edil asumió sus funciones.
Sin embargo, tras desistir de su fatal idea, el hombre sólo fue recibido por el administrador municipal y otros dos funcionarios, y no por Alcaíno como se le había prometido.
Villalobos subió a un árbol pasadas las 5:00 de la madrugada tras rociarse con parafina, y se amarró una sábana blanca al cuello.
A gritos, relató el drama que vivía a los carabineros y funcionarios que intentaron convencerlo, sin resultados en un primer momento, de que se bajara del árbol y no cometiera una locura.
"Lo único que él pide es que le renueven el permiso", dijo una persona que aparentemente es su amigo, quien agregó que "el (ex alcalde Joaquín) Lavín le tenía su permiso, cambiaron de alcaldía y murió su permiso".
Carabineros formó un perímetro de seguridad e intentó dialogar con Villalobos para que desistiera de su intención de quitarse la vida, pero sólo consiguió su objetivo cuando el edil metropolitano informó que recibiría al comerciante.
El comerciante ambulante, que trabaja en la esquina de Puente y Rosas vendiendo juguetes y productos plásticos, dijo ser responsable de mantener a un hijo de siete años, cinco sobrinos, sus dos hermanas y su madre.
La situación provocó gran conmoción en el centro de Santiago, ante la posibilidad de que el individuo se prendiera en llamas. Finalmente, depuso su actitud y el episodio se solucionó.
Trasladado a la Posta Central
Luego de reunirse con personal de la municipalidad, Villalobos fue llevado a la Posta Central, donde recibió tratamiento urgente para evitar los daños que le pudo haber provocado el contacto con la parafina que se roció con la intención de quemarse.
El comandante de Carabineros Héctor Peña detalló que el sujeto se reunió sólo con personal administrativo de la Municipalidad y no con Alcaíno, y posteriormente fue llevado al centro asistencial.
"Nosotros no entramos a la reunión, pero sí lo atendieron, lo atendió el administrador municipal, lo atendió una asistente social y lo atendió una señora que está encargada de las patentes, que ya había hablado previamente con él, lo que pasa es que el hombre está apremiado", narró el oficial a radio Cooperativa.
