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Sismólogo: Es posible que ocurra otro terremoto en la zona afectada por megasismo de 8,8 grados

El académico Jaime Campos, de la Universidad de Chile, explicó que nuevos estudios indican que es probable que el terremoto del 27 de febrero no haya liberado toda la energía que estaba acumulada.

23 de Junio de 2010 | 16:14 | Por Natacha Ramírez, Emol
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El sismólogo Jaime Campos considera que el terremoto del 27 de febrero fue "rarísimo".

Raúl Bravo, El Mercurio

SANTIAGO.- A casi cuatro meses del terremoto que azotó a la zona central del país, siguen apareciendo nuevos antecedentes sobre el magasismo. Uno de éstos es que el evento, de 8,8 grados Richter, no habría liberado toda la energía que estaba acumulada, lo que deja abierta la posibilidad de que se produzca un nuevo terremoto en esa zona.


Así lo indicó el sismólogo de la Universidad de Chile, Jaime Campos, quien explicó que esto se debe a que en un tramo de la zona de ruptura -entre Pichilemu y el norte de Constitución- sólo se habría roto la parte de abajo, no así la superficie, por lo que "en la parte de arriba aparentemente no liberó toda la energía".


Indicó que algo similar ocurrió en Tocopilla en 2007, donde "el plano de ruptura no llegó hasta arriba, sino que el terremoto solamente rompió la parte baja y cuando eso ocurre se está cargando más todavía la parte de arriba, por lo tanto Tocopilla todavía puede romper y todavía puede ser zona epicentral de un gran terremoto".


Respecto del sismo del 27 de febrero, el científico señaló que "cuando uno empieza a ver detalles de cómo ocurrió la ruptura sísmica, empieza a darse cuanta que pasó lo mismo que en Tocopilla (...) o sea, que rompió la parte de abajo sin romper la parte de arriba, lo que abre un escenario de que puede venir otro terremoto".


Los nuevos antecedentes fueron entregados durante un foro realizado por sismólogos e ingenieros de la Universidad de Chile, que actualizaron el estado de sus investigaciones sobre los terremotos.


Se esperaba una réplica de 7.6 grados Richer


El sismólogo indicó además que el del 27 de febrero "es un terremoto rarísimo" ya que posee muchas anomalías que los científicos aún no logran comprender. Una de éstas es el inusual comportamiento de las réplicas, que no han cumplido ninguna de las tres leyes que los científicos han establecido para grandes terremotos.


Éstas son la Ley de Omori, que indica que la frecuencia de las réplicas van decayendo paulatinamente en el tiempo; y la Ley de Gutenberg-Richter, que se refiere a cómo se distribuye la sismicidad en función de la magnitud y el tiempo.


Campos señaló que ninguna de esas leyes se ha cumplido en este caso, pues han ocurrido "pocas réplicas" y éstas "disminuyeron muy rápidamente". "Este comportamiento nos tiene sorprendidos porque es muy extraño encontrarse con un terremoto de tal magnitud con un decaimiento de réplicas tan rápido", señaló.


Tampoco se ha cumplido la de Ley de Bath, que indica que en todo gran terremoto la réplica más grande tiene una magnitud 1,2 veces menor que el evento principal, que en el caso del terremoto de 8,8 tendría que ser de 7,6 grados Richter, lo que tampoco se ha cumplido ya que la réplica del 11 de marzo fue de 6,9 grados.


Recordó que el terremoto de 1985 fue de 7,8 grados y su réplica principal fue de 7,3. "Y acá tenemos un 8,8 y la réplica más grande fue un 6,9. O sea, hay mucha energía que debió haberse ido en réplicas que no se ha ido", apuntó. Sobre este punto, dijo estar "perplejo" y que no se puede adelantar lo que va a ocurrir. "Quizás no hubo (gran réplica) y eso es nuevo, pero no lo sabemos", sostuvo.


Otras rarezas del terremoto de 8,8


Jaime Campos indicó además que la propia réplica de 6,9 grados del 11 de marzo fue "extraña", ya que su "mecanismo no tiene nada que ver con el evento principal". "No ocurrió en la zona de ruptura, sino que en la corteza, cerca de las ciudades y a menos de 10 kilómetros de profundidad, eso es rarísimo", explicó.


El científico indicó que ese sismo de 6,9 es un "terremoto aparte", lo que explica que después se hayan seguido produciendo tantas réplicas en la zona de Pichilemu.


Indicó que otra característica extraña del terremoto del 27 de febrero es que fue capaz de romper más allá de la zona que le correspondía. Se trata de parte de la zona que ya había roto el terremoto de 1960, en la península de Arauco, y de otro segmento donde ya se había liberado energía en el terremoto de Talca de 1928.


El sismólogo confesó que "todas esas preguntas que nos tienen muy intrigados, hay inconsistencias que no logramos comprender bien. Este sismo nos está haciendo revisar nuestras ideas preconcebidas de cómo funcionan estos terremotos".

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