El año presenta una paradoja. Puede darse más de un dolor, alejamiento, decepción o frustración que, si son bien vividos, sin taparlos ni victimizarse, pueden ser la puerta de entrada a una bella etapa amorosa. Tendrás la oportunidad de purificar antiguos dolores y sentirte más a gusto contigo. Habrá reveladoras conversaciones sin espacio para medias tintas, limpieza de ciertas deslealtades y tema con los hermanos que marcarán el ciclo. El sol saldrá luego de la tormenta y puede traer arcoiris, pues también es un ciclo estimulante y apasionado.

Sin duda surgirá algo nuevo que los hará vibrar y tiene que ver con un cambio de actitud. Se llenarán de coraje y vitalidad para nuevos proyectos, reencantarse con lo que ya tienen o salir en la búsqueda de nuevos horizontes. Habrá ofertas, algunas con posibilidad de viajar. Sus ideas estarán más innovadoras que nunca. Contarán con más confianza y podrán sortear ciertas peleas con altura de miras. Eso sí, a cuidar su impaciencia, pues el año trae buenos obsequios, pero no controlarán los plazos en que lleguen.

Se impone la conexión a tierra, es decir tomar conciencia de tu cuerpo, de los ciclos de la naturaleza, de estar presente, de sentirte arraigado; será necesario alimentarte ordenadamente, trabajar las piernas, caminar descalzo y sentarte en el suelo. Podrás indagar en el poder curativo de piedras y cristales. Brazos y manos pueden requerir más atención. Podrás invertir en tu salud emocional y física; practicar mayor gratitud y comprensión de la vida.

Integra tu lado masculino y femenino, a veces hay que actuar y a veces detenerse. A veces se usa la razón y otras la intuición. Y a veces podemos hacer todo junto. Involúcrate más en tus vínculos cercanos, ábrete, no dictes cátedra, baja a tu corazón y habla de lo que sientes. Escucha y mira a los ojos, no importa si el otro es ignorante, quizá ser auténtico valga muchísimo más.

Vuélvete más liviano y divertido.