Hace unos días se filtraron sus primeras imágenes en Brasil y hoy Jeep hizo su estreno mundial. Hablamos de la segunda generación del Compass, un SUV mediano diseñado para luchar en el segmento más competitivo del mercado automotriz, el de los compactos.
Su presentación en sociedad se realizó en la localidad de Recife, muy cerca de donde se fabrica para toda la región. Por esa razón su entrada al mercado brasileño se estima a partir de noviembre próximo, mientras que el resto de los países deberán esperar hasta mediados del 2017.
Las instalaciones de montaje están ubicadas en el centro productivo de Goiana, en el Estado de Pernambuco y son las mismas instalaciones donde se produce el Jeep Renegade y la Fiat Toro. Sin ir más lejos, utiliza la misma plataforma pero modificada para adaptarla a sus mayores dimensiones.
La idea, explicaron en su lanzamiento, es que el nuevo Compass ocupe el espacio que existe entre Jeep Renegade (4,25 m) y el Jeep Cherokee (4,62 m), para lo cual cuenta con un diseño más consensuado y un tratamiento estético más urbano y exclusivo, según las versiones.
Esta es la primera vez que este modelo se fabrica en el Mercosur y dado su carácter global se estima que será comercializado en cerca de 100 países.
El Compass es un SUV mediano que reemplazará a su antecesor de igual nombre y al Patriot, modelo que en esencia era el mismo vehículo pero con diferente estética.
A nivel diseño el Compass se inspira en su hermano mayor, el Grand Cherokee, pero por ser mediano competirá contra los Chevrolet Captiva, Ford Kuga, Honda CR-V, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Volkswagen Tiguan y Toyota RAV4, dependiendo del país donde se comercialice.
Para ello, el Compass brasileño ostenta de 4,41 metros de longitud por 1,82 metros de ancho y 1,65 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2,63 metros con un volumen de carga de 410 litros.
