En 1972 Ford comenzó a idear un nuevo vehículo pequeño para su gama de productos, denominado internamente como "Bobcat". Tras varios estudios y luego de una crisis de petróleo, la marca del óvalo estuvo obligada a concretar el proyecto y contar con un modelo que brindara un óptimo rendimiento de combustible.
Fue así como en 1976 se fabricó el primer Fiesta en la planta de Saarlouis en Alemania. Destacados reconocimientos por la tecnología y diseño se llevó la primera generación hasta que en 1981 la casa norteamericana presentó la versión deportiva, el XR2 que luego fue renovada en 1984.
La segunda generación del hatchback de Ford fue la MkII, que contaba con una figura más aerodinámica y tres motores gasolineros de 1, 1.1 y 1.3 litros. Además, sumó uno diésel de 1.6 litros.
Seis años después apareció el MkIII, vehículo que ofreció una serie de mejoras, como la incorporación de la carrocería de cinco puertas y el sistema de frenos ABS.
Más tecnología y motorizaciones
En el Salón de Turín en 1990 Ford hacía debutar al Fiesta RS Turbo, todo un éxito. Años más tarde fue presentado una versión más radical, el Fiesta RS 1800.
La cuarta generación vio la luz en 1996 con el Fiesta MkIV, donde el hatchback adquiere nuevos propulsores de 1.2, 1.4 y 1.6 litros. La versión diésel estaba dotada de 1.8 litros. De este modelo nace un año más tarde el Ford Puma.
Mientras que pasaron tres años para el debut del Ford Fiesta MkV, que marcó un precedente debido a que fue con él que se incorporaron los bloques turbodiésel y los nuevos motores gasolineros Duratec.
Ya en 2002 comenzaron a salir ediciones de competición y prototipos, como el Fiesta Rallyeconcept, Fiesta JWRC Concept y Fiesta ST Cup. Siendo en 2005 la aplaudida aparición del Fiesta ST.
El 2008 nació el Ford Fiesta MkVI, que es la actual generación del hatchback norteamericano.
