La candidata de extrema derecha a las elecciones presidenciales de Francia, Marine Le Pen, dijo que de ser electa hará lo posible para repatriar la producción local de vehículos y otros bienes industriales, en línea con las intenciones del mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El próximo mandatario del país del norte ha amenazado con aumentar los aranceles a los autos fabricados en el extranjero, argumentando que supone un costo en puestos de trabajo para los estadounidenses.
El magnate alabó la decisión anunciada por Ford Motor Co la semana pasada de descartar la construcción de su planta en México, así como la confirmación de los planes de Fiat Chrysler Automobiles de crear 2.000 empleos en sus fábricas de Estados Unidos.
Consultada por si le gustaría que los fabricantes franceses Renault y PSA Peugeot Citroen siguiesen el mismo camino, la líder del Frente Nacional (FN) dijo. "Él (Trump) está poniendo en marcha medidas que yo llevo años pidiendo".
En una aparición en el canal France 2 Televisión, Le Pen describió esta política como "patriotismo económico e inteligente proteccionismo".
Otros candidatos a las elecciones que se celebrarán en Francia en la primavera boreal han elogiado la actitud de Trump respecto a Ford, entre ellos el socialista Arnaud Montebourg y el candidato independiente de izquierda Jean-Luc Melenchon.
El programa proteccionista y antiglobalización de Le Pen le ha ayudado a ganar un extenso apoyo en su campaña. La mayoría de los sondeos de opinión apuntan a que competirá, aunque perderá, en la segunda y última ronda de las presidenciales de mayo con el candidato del partido conservador Los Republicanos, François Fillon.
