La firma inglesa está desarrollando el reemplazo de esta generación para 2018.
Con un estilo majestuoso, muy propio de de Rolls Royce, se vendió la última unidad producida del Phantom VII. Al menos el vehículo se quedó en casa, ya que fue adquirido por un británico.
Así, la firma inglesa le da paso a la preparación de la nueva generación que debiese ver la luz en 2018. Este modelo tendrá una plataforma completamente nueva y que compartirá con el primer auto off road del fabricante.
El especial Phantom VII fue creado a pedido en tono Blue Velvet y con inspiración en náutica. Fiel a su estilo, el clásico "Espíritu del Éxtasis" ha sido especialmente hecho de plata maciza.
Mientras que el habitáculo cuenta con varios y finos detalles de marquetería, emulando la forma de un transatlántico en puertas y panel central. Además, cuenta con un accesorio exclusivo de esta versión: un reloj que está ideado en la máquina del tiempo de H.G. Wells.
Con respecto al motor, el último Rolls Royce Phantom VII es impulsado por un bloque V12 de 6,75 litros con 460 cv. El propulsor que alojará la próxima generación será un V12 biturbo proveniente de BMW.