Mercedes-Benz amplió la información acerca de su proyecto de desarrollo de su primer camión eléctrico, llamado Urban eTruck, luego de que el vehículo fuera anunciado a mediados del año pasado.
El fabricante alemán señaló que el modelo tendrá 200 km de autonomia y estará construido sobre un chasis de camión diésel al que se le cambió el motor convencional por dos motores eléctricos con una potencia relativamente modesta de 125 kW (168 cv) y 500 Nm de par cada uno.
No obstante, Mercedes asegura que con su “engranaje inteligente” entrega 11.000 Nm a las ruedas. Estos motores se alimentan de una batería de ion-litio de 400 voltios y 212 kWh refrigerada por líquido, pero se pueden añadir módulos adicionales para aumentar el alcance; o bien usar baterías más pequeñas para ahorrar peso y espacio, si el camión va a destinarse a rutas más cortas.
Independientemente de qué batería se instale, la carga se realiza con un enchufe de Tipo 100 de 100 kW, y tarda entre dos y tres horas en completarse. Además, cuenta con un sistema de frenado regenerativo para recuperar algo de energía en frenadas o desaceleraciones.
Diseño diferente
Aunque está construido sobre un chasis diésel modificado, Mercedes se ha empeñado para que el Urban eTruck se vea diferente a un camión convencional. En efecto, desaparece la parrilla (el sistema se enfría con una toma de aire que se esconde en la parte superior de la cabina). Tampoco tiene espejos retrovisores, sustituidos por unas cámaras compactas que reducen la resistencia al aire y el ruido.
Este enfoque de diseño pulido se lleva también al interior, donde el conductor se enfrenta a una pantalla de 12,3 pulgadas totalmente nueva que proporciona información detallada sobre la ruta, centrándose en cosas que podrían hacer la vida difícil para los camioneros (como curvas y pendientes empinadas), mientras que la pantalla en el tablero de instrumentos indica la distancia al vehículo precedente y otros datos más habituales.
Entre los sistemas de ayuda a la conducción disponibles se encuentra el control de crucero adaptativo, que mantiene el ritmo de velocidad del camión en condiciones cambiantes, ayudando a reducir la fatiga del conductor y reduciendo cualquier aceleración y frenado que pudiera ser ineficiente.
Sin duda, uno de los principales problemas con los vehículos eléctricos es la ansiedad por la autonomía de las baterías. El conductor tendrá en la parte superior de la pantalla un indicador de carga horizontal, que se vuelve roja con carga baja y, si parece que el camión no será capaz de alcanzar el punto de recarga más cercano, aparecerá otra luz de advertencia. En estas situaciones podrá emplearse el modo Eco, que reduce el rendimiento para maximizar el alcance.
Control a distancia
Los gestores de flotas también pueden controlar los modos de conducción de forma remota utilizando el sistema telemático y de control FleetBoard. Se trata de una aplicación que puede combinar tareas y rutas de una flota completa, asegurándose de que cada camión emplee su máximo potencial. Además de los datos de distancia de ruta, considera el tiempo en sus cálculos, pues los camiones refrigerados utilizan más energía en los días calurosos y pueden no tener tanto alcance, por ejemplo.
Desde Daimler aseguran que el costo de funcionamiento de los camiones eléctricos disminuye y la gestión inteligente de la energía lo está haciendo más económico que nunca. Para acabar de convencer a los futuros compradores, los primeros clientes, que recibirán los camiones este año, contarán con ellos durante un año.
Serán 20 clientes potenciales (del sector de la alimentación y la logística) los que reciban los camiones por un período limitado de prueba de 12 meses. El uso del camión será supervisado por el departamento de pruebas de carretera de Mercedes-Benz. De este modo, en un principio se fabricará una pequeña serie de este camión, con una carga útil de 12,8 toneladas y un peso permitido de 18 toneladas o 25 toneladas de peso bruto. La producción a gran escala partiría en 2020.