Detrás de un vehículo autónomo hay una compleja red de alianzas estratégicas entre empresas automovilísticas y de tecnologías de información.
El desarrollo de automóviles autónomos es sin duda una de las grandes tendencias de la industria automovilística, pero su naturaleza implica la convergencia de otras industrias, especialmente las vinculadas a tecnologías de información.
Así, cada vez más se ven alianzas, adquisiciones y fusiones entre marcas de autos, empresas de tecnologías de información y entre estas en función de actuar como proveedores de soluciones para los vehículos autónomos.
Precisamente, el intento más reciente de una compañía de tecnología para incursionar en el área de los vehículos autónomos correspondió a Intel, el gigante de la industria de los microprocesadores, que decidió que comprará la compañía israelí Mobileye por aproximadamente US$14.090 millones. Esta es la mayor transacción corporativa en la historia de Israel.
Mobileye desarrolla tecnología que esencialmente hace que las computadoras puedan detectar la presencia de cuerpos a su alrededor y recientemente ha estado dando pasos para que esa tecnología pueda adaptarse a los automóviles. El año pasado, combinó esfuerzos con Delphi Automotive para desarrollar un vehículo totalmente autónomo.
Otras alianzas
Además en 2016, Uber Technologies y Volvo firmaron un acuerdo por US$300 millones para que Volvo le entregue automóviles a Uber para investigaciones sobre vehículos autónomos.
No solo eso. General Motors Co. ya ha invertido unos US$500 millones en Lyft Inc para desarrollar una flota de taxis eléctricos.
De forma parecida, Google tiene un acuerdo con Fiat Chrysler para trabajar en minivanes autónomas y Volkswagen está en un proyecto similar con Gett. BMW, Intel y Mobileye han entrado además en una asociación que debería llevar a las compañías a proponer soluciones de automanejo para la nueva gama de modelos eléctricos de la marca alemana.
Por su parte, Ford ha invertido US$150 millones en un fabricante de sensores de rayos láser llamado Velodyne, compañía que le entregaría estos dispositivos clave para que los sistemas de inteligencia artificial de los autos de manejo autónomo puedan percibir su entorno.
La participación de Intel en la industria del automóvil y el abultado precio pagado por Mobileye presagian la llegada de la era de los vehículos autónomos, una evolución inédita en la manera en que los seres humanos se trasladan de un lado a otro, opinó Timothy Carone, profesor de la Universidad de Notre Dame que ha escrito sobre cómo el hombre ha sido reemplazado por máquinas.
“Las grandes empresas están tratando de posicionarse para una revolución tecnológica a la par de la revolución de las computadoras”, concluyó Carone.
