El poco feliz intento de FCA de salvar a Lancia incluyó el remarcado de modelos como el Chrysler Town & Country con el logo del fabricante italiano.
Mientras Fiat Chrysler Automobiles Group (FCA Group) ha hecho notables esfuerzos por relanzar Alfa Romeo y por reforzar marcas como Ferrari y Maserati, han sido pocos los esfuerzos colocados en Lancia. De hecho, trascendió que podría ser definitivamente vendida.
Informaciones que en paralelo se generan en Brasil (actualmente la sede más importante de Fiat) e Italia (donde sigue estando establecida Lancia) señalan que un aliado comercial del Grupo FCA hizo desde China una oferta por la marca Lancia.
El interesado en adquirir Lancia sería el grupo GAC, quien ya mantiene contratos para producir bajo licencia productos Jeep como el Cherokee y el Renegade.
Parece ser que la estrategia de GAC es aumentar el valor agregado de su portafolio a través de la adquisición de una marca de prestigio. En ese sentido imita lo que hicieron los malayos de Protón al adquirir Lotus Cars hace casi una década, por los indios de Tata al adquirir varias Jaguar y Land Rover y por los chinos de Geely al anexarse Volvo.
La caída de Lancia
Lancia entró a formar parte del Grupo Fiat en 1969, cuando desarrollaba productos para el segmento más alto del mercado y para el segmento medio alto. Pero en años recientes se ha limitado a producir modelos de segmento A, el Ypsilon, y algún otro modelo como el Delta, de malos resultados comerciales.
Desde hace años ha estado tratando de redefinir su propuesta de lujo, pero tales esfuerzos han sido poco respaldados en el seno del grupo FCA, que en cambio se ha enfocado en Alfa Romeo, que va a los mismos tipos de público. Para colmo, el empleo de modelos de Chrysler reparchados con el logo Lancia no ha hecho más que desdibujar la imagen de la marca.