En algunos países europeos hasta el 22% de los automovilistas recibe o manda correos electrónicos mientras conduce.
La publicación especializada italiana Quattroruote publicó en su portal de internet los resultados de una encuesta que evaluó la percepción que los habitantes de 11 países de Europa tienen sobre sus conductores y sus costumbres al volante.
La encuesta, desarrollada por la Fundación Vinci Autoruote por cuenta de la revista, se efectuó durante el primer trimestre de 2017 en un universo amplio de automovilistas de los países evaluados.
De acuerdo a los datos recogidos, el ranking de calidad de conductores la encabezaron los conductores suecos, mencionados por el 38% de los encuestados. El segundo lugar correspondió a los alemanes, mencionados por el 25% y el tercer puesto, claramente distanciado, correspondió a los automovilistas holandeses, con el 12%.
Los conductores franceses y españoles fueron mencionados por el 8% de los encuestados para colocarse empatados en el cuarto lugar.
En el polo negativo, los encuestados consideraron que los conductores más irresponsables de toda Europa son los italianos, mencionados por el 27%, para decepción de los editores de Quattroroute. De hecho, fueron superados por los griegos, con el 18%, y por los polacos, con 16%.
Países como Austria, Portugal y Suiza se colocaron en un término medio, sin ocupar puestos relevantes ni entre los peores, ni entre los mejores.
Malas costumbres
Otros datos divulgados por la encuesta revelaron que el 22% de los conductores europeos envía o recibe correos electrónicos en sus móviles mientras conducen. Este fenómeno es más frecuente en Italia, donde el porcentaje es de 34%.
En el caso de las llamadas telefónicas al volante, las cifras son mucho más preocupantes, pues el 45% de los conductores europeos las hace o recibe. Aquí, el peor resultado lo obtiene Grecia, con el 80%.
En este último país, además, el 59% de los automovilistas consume bebidas alcohólicas durante las comidas, antes de ponerse tras el volante. Un dato negativo que excede la media de toda Europa, que la encuesta fijó en 22%.