Barcelona.- Durante el Audi Summit realizado hoy en Barcelona, la marca de los cuatro aros presentó la cuarta generación del A8. Buque insignia de la firma de Ingolstadt que nuevamente se convierte en la referencia del lema “Vorsprung durch Technik” (“A la vanguardia de la técnica”), con un nuevo lenguaje de diseño, la incorporación de tecnología de punta y un sistema de propulsión híbrido.
Estilo premium
Estéticamente el nuevo Audi A8 apuesta por una evolución del diseño de su antecesor, pero con la actualización de ciertos rasgos como sus ópticas, su parrilla Singleframe –que adopta los estándares actuales de la marca- y un perfil, que incorpora trazos más marcados.
En este sentido destacan los grupos ópticos que adoptan la tecnología HD Matriz led con iluminación láser en los focos delanteros y con tecnología OLED en los traseros.
Todo esto le da una presencia imponente, tanto en la versión estándar como en la A8 L, cuya batalla es 13 cm más larga.
Su habitáculo también presenta mejoras en términos de calidad y amplitud. A lo que suma una extensa gama de equipamiento que incluye apertura y cierre eléctrico de las salidas de ventilación y un asiento trasero derecho calefaccionado que incorpora una función de masaje para los pies y cuatro ajustes diferentes, entre otros.
Los ocupantes de las plazas traseras también pueden controlar una serie de funciones como la iluminación interior, la luz de lectura, la función de masaje de los asientos o realizar llamadas por teléfono, a través de un mando a distancia con pantalla OLED, que se sitúa en el reposabrazos central.
Sin embargo, la principal novedad viene dada por su diseño minimalista con orientación horizontal, en el que se han eliminado los botones de su antecesor. Dando paso a una pantalla táctil de 10,1” en el centro del tablero, que cuando está apagada prácticamente pasa desapercibida dentro de un entorno negro muy brillante denominado black-panel.
Esta pantalla se conecta cuando se abre el auto y permite controlar el sistema de infoentretenimiento, mientras que una segunda pantalla -situada en el centro de la consola- se puede utilizar para operar el sistema de aire acondicionado y las funciones de confort.
Para incrementar la seguridad al conducir, el sistema además puede ser operado por voz y con el uso de gestos, gracias a la incorporación del nuevo dispositivo MMI touch response.
Por si fuera poco, el nuevo A8 cuenta con un avanzado sistema de navegación optimizado que incluye una función de auto aprendizaje basado en las rutas ya recorridas, y un equipo de sonido Bang & Olufsen con función 3D, que reparte la música como si fuese una sala de conciertos.
Confort superlativo
En el apartado mecánico, la cuarta generación del Audi A8 estrena la dirección dinámica en ambos ejes, que hace que –dependiendo de la velocidad- las ruedas traseras giren en la misma dirección que las delanteras o en sentido contrario. Lo que mejora el comportamiento dinámico y la agilidad de este sedán.
Asimismo, cuenta con un diferencial deportivo, que se encarga de repartir activamente el par de las ruedas posteriores y que funciona como complemento a la tracción permanente quattro (de serie), y un sistema de suspensión activa, que dependiendo de las preferencias del conductor y las condiciones del camino es capaz de elevar o bajar independientemente cada rueda mediante actuadores eléctricos, llamado Audi AI active suspension. Este dispositivo –en combinación con el Audi pre sense 360°- puede elevar rápidamente la carrocería en caso que detecte la posibilidad de impacto lateral, reduciendo así las posibilidades de lesiones de sus ocupantes.
Conducción autónoma
Pero si hay algo que llama la atención de la nueva generación del A8, es el hecho de ser el primer auto de producción desarrollado específicamente para una conducción altamente automatizada.
Es por esto que incorpora el Audi AI taffic jam pilot, que tras presionar el botón AI en la consola central toma el control de la conducción en circulación (hasta 60 km/h) en carreteras y autopistas, encargándose de partir, acelerar, frenar y llevar el auto en la dirección correcta. De esta manera el conductor, según las norma de cada país, se puede centrar en otras actividades proporcionadas por el vehículo, como ver televisión.
Junto a esta tecnología, el A8 2018 equipa el Audi AI remote parking pilot y el Audi AI remote garage pilot, sistemas que permiten que el sedán se maneje por sí mismo para entrar y salir de un estacionamiento o de un garaje, maniobras que se pueden realizar incluso con el conductor fuera del vehículo al activar la función a través de su smartphone con la aplicación myAudi.
Motorizaciones
Inicialmente la gama de motores disponible se limitará a dos bloques V6 turbo: Un 3.0 TDI con 282 caballos de fuerza y un 3.0 TFSI con 335 hp. A ellos se les sumarán posteriormente dos versiones de ocho cilindros, ambas con 4 litros de desplazamiento, pero con 429 hp en el caso de la variante diésel y 454 hp en la gasolinera.
La versión tope de línea, en tanto, contará con un W12 de seis litros de desplazamiento.
Todos estos propulsores irán asociados a la tecnología mild hybrid de 48 v, que permite que el A8 avance con el motor apagado y lo vuelva a encender de manera casi imperceptible. De esta manera, y sumando el aporte del sistema Start/Stop, los ingenieros de Audi lograron que el consumo de combustible de esta berlina se reduzca en hasta 0,7 litros cada 100 kilómetros en condiciones de conducción reales.
Finalmente, hará su estreno el A8 L e-tron quattro, equipado con un potente sistema de propulsión híbrido enchufable compuesto por un bloque 3.0 TFSI y un motor eléctrico, que desarrollará una potencia combinada de 443 hp y 700 Nm de par.
Su batería de iones de litio le permite recorrer unos 50 kms en modo eléctrico y opcionalmente se puede cargar mediante el Audi Wireless Charging. Una plataforma instalada en el suelo del estacionamiento que transfiere la carga de manera inductiva a una bobina instalada en el automóvil, con una potencia de 3,6 kW.
Los nuevos Audi A8 y A8 L son fabricados en la planta de Neckarsulm y debutarán en el mercado alemán a finales del otoño boreal.