El profesor, competitivo y el fugitivo son algunas de las personalidades que existen detrás del volante.
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Por lo general este conductor siente que maneja correctamente. Considerando esto, estima que posee la moral para enseñarle al resto. Incluso, muchas veces puede llegar a enfrentar a otro conductor para comentarle "¿te diste cuenta de lo que hiciste?". Además, siempre entrega consejos de cómo hacer algunas cosas, como "para tomar las curvas es mejor..." y luego darle una charla de cómo se conduce adecuadamente.

Detrás del volante es común verlo moviendo las manos, cabeza o entregando comentarios como "este niñito no sabe manejar, no puede tomar una curva así". Prácticamente piensa que a todo el resto de los automovilistas les regalaron la licencia de conducir y que nadie maneja mejor que él o ella.

Un clásico de todos los tiempos. Este conductor es el que cree que está en Nascar o en algún circuito de competencia y que su vehículo es un deportivo de aquellos. Es por eso que en la pista se le puede ver adelantando a todo el mundo, muchas veces a velocidades que exceden lo permitido.

Si te sientes identificado con este tipo de automovilista, seguro tienes la capacidad de arruinarle el día a otra persona. Y es que se creen avezados en la conducción y juzgan, según su parecer, los que manejan bien o mal. Además, cuando ocurre algo que no les parece en la pista, buscan darle un "castigo" al otro mediante insultos y violencia física.

Este es el que a todo le encuentra una razón. Posiblemente si se enfrenta a un conductor que va zigzagueando para conseguir adelantarlos a todos, probablemente piense que "va apurado por alguna emergencia". O si otro conductor le dijo algún improperio, es capaz de justificarlo tipo "tuvo un mal día". En definitiva, no se hace problema por nada y antes de reaccionar piensa en el otro primero.

Si la ciudad se está derrumbando a pedazos, a él no le importa. Su única finalidad está en poder llegar a su destino en el menor tiempo posible, eludiendo todo tipo de peligros o riesgos que se puedan presentar en el camino. De hecho, si a su alrededor detecta algún conflicto, no se detendrá en mirar qué pasa o si alguien necesita ayuda, solo esquivará la situación y seguirá su rumbo.

Es un fugitivo de las situaciones que ocurran fuera del habitáculo de su auto. Es un prófugo del alto tráfico, el ruido que causan las bocinas y sirenas. ¿Cómo lo hace? Es el típico que apenas se sube al auto pone su música favorita y sube el volumen. Otros conectan el manos libres y pueden tener profundas conversaciones en un trayecto.

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