AUBURN HILLS.- Todos sabían que el Viper tenía sus días contados, pero los amantes de los superdeportivos siempre lamentarán el cierre definitivo de la producción del conocido Dodge.
El último Dodge Viper ya salió de la línea de producción en Conner Avenue, en Detroit. La pena en este caso es doble: por una parte, el cese de la producción del modelo, y por otra, un horizonte sin sustituto planeado para el mismo.
La muerte del icónico modelo se debió a las nuevas normativas de seguridad estadounidenses, que requieren la dotación de airbags de cortina laterales, algo que no es viable en este auto. Además está su fracaso en las ventas, con una demanda poco conmovida por el desempeño del auto.
La paradoja es que fue el anuncio de su fin lo que estimuló algo las ventas, pero como un fenómeno más propio de coleccionistas que de interés en el modelo per se.
La historia del Viper se remonta a hace más de 25 años, cuando en el “Salón de Detroit” de 1989, Dodge presentó un prototipo de deportivo dotado de un motor V10 del que nadie esperaba que finalmente se fuera a materializar en un modelo de producción.
Durante su historia fue criticado por aquellos que lo probaron en condiciones deportivas porque era incómodo y difícil de controlar en curvas. Estos ripios se fueron corrigiendo con las diversas generaciones del auto, hasta que la última edición, aparecida en 2013, terminó de convencer a los escépticos acerca de su buen comportamiento en pista.