LONDRES.- La industria del automóvil está experimentando un verdadero cambio de paradigma con el paulatino paso de los autos propulsados por motores a combustión a los eléctricos y autónomos.
Tendencia que promete revolucionar los hábitos de desplazamiento en las ciudades y que se ve impulsada por los avances tecnológicos y los imperativos medioambientales. Aunque aún quedan algunos obstáculos que estos vehículos tienen que superar.
En un momento en el que cada vez más países anuncian el abandono progresivo de los vehículos propulsados por motores a combustión, las primeras generaciones de los vehículos impulsados por electricidad ya circulan por las calles del mundo, sea en forma de híbridos, autos 100% eléctricos o parcialmente autónomos.
El cambio afecta también la mentalidad de los usuarios y la relación de estos con el hecho de poseer un vehículo, ya que hoy sólo se necesita un teléfono para, en cuestión de minutos, encontrar un auto de arriendo o un chofer.
Según David Metz, experto del Centro para Estudios sobre Transporte del University College de Londres, las ciudades desarrolladas alcanzaron un peak máximo en materia de automóviles, y ahora cada vez están menos dispuestas a dar espacio a vehículos que en otro momento consideraron indispensables.
“Constatamos que las zonas urbanas con fuerte densidad tienen más éxito con menos tráfico”, destaca el experto, que cita el concurrido barrio de Leicester Square, en pleno centro de Londres.
Debido a esto, y como muestra de esta evolución, los urbanistas han ido abandonando los modelos de planos ortogonales del siglo XX, pensados en el automóvil.
A su vez, los automóviles particulares, que muchas veces están inactivos la mayor parte del día, también enfrentan la competencia de los arriendos de corta duración o de los vehículos compartidos, medios de transporte disponibles en todo el mundo e impulsados por las tecnologías móviles.
Vehículos autónomos
En el mediano plazo, los vehículos autónomos son los llamados a revolucionar los desplazamientos.
“Por ejemplo, en China se están desarrollando proyectos urbanos para autorizar sólo la circulación de vehículos eléctricos, autónomos y públicos”, señala Graeme Smith, director general de Oxbotica, empresa británica que hace softwares para vehículos autónomos.
Sin embargo, aun quedan materias en las que la industria tiene que avanzar, como reducir el costo de los sensores con los que están equipados estos vehículos y mejorar su desempeño.
No obstante, esto no impide que ya haya algunos automóviles parcialmente autónomos circulando por las calles. De hecho, en Reino Unido se espera que en 2021 comiencen a comercializarse vehículos con un nivel 4 de autonomía, lo que implica que son casi totalmente autónomos.
La introducción de este tipo de automóviles podría contribuir a reducir significativamente la congestión vehicular, al compartir información en tiempo real sobre el estado del tránsito.
De hecho, la transición hacia los autos eléctricos ya comenzó, y ya son varios los constructores que están dispuestos a asumir el desafío. Por ejemplo, Volvo anunció que a partir de 2019 sólo lanzará modelos eléctricos o híbridos.
“Es realmente el objetivo final de la industria automotriz”, declaró Eric Feunteun, director del programa de vehículos eléctricos de Renault.
Iniciativa que también se ve apoyada por algunos gobiernos, como los de Reino Unido y Francia, que proyectan poner fin a la venta de vehículos propulsados por motores a combustión en 2040; y ciudades como Londres, que establecerá una zona reservada a los vehículos amigables con el medio ambiente en su centro en 2019. La que espera ampliar el radio más allá del centro en 2021.
Sin embargo, para imponerse, los autos del futuro deberán resolver antes una serie de dificultades, empezando por la disponibilidad desigual de las terminales de recarga eléctricas.
No obstante, los especialistas ya imaginan soluciones para estos problemas: plataformas de recarga sin cables instaladas bajo las rutas, metro capaces de transportar autos o incluso auto-drones voladores.