SANTIAGO.- Por regla general, todos los vehículos se desvalorizan desde que son sacados del concesionario por su simple uso. Sin embargo, esto se acentúa cuando aparecen daños en la carrocería producto de los efectos del sol, la lluvia, el polvo y los inevitables rayones y topones que dañan la pintura de esta y provocan una degradación de la carrocería.
Sin embargo, “muchos de estos se pueden recuperar con un simple pulido, volviendo la carrocería a su condición original en una operación que puede durar desde media hora hasta medio día, y a un bajo costo”, señala Jorge Ochipinti, director de carreras Área Mecánica Inacap Concepción.
Esto permitiría no solamente recuperar la estética del vehículo, sino que mejorar considerablemente el valor de reventa de este.
El experto advierte eso sí, que “cuando esas rayaduras, golpes o desgaste no salen con un simple pulido, tenemos que ingresarlo a un taller mecánico para que este haga la reparación o el tratamiento correspondiente”.
En estos casos el arreglo se vuelve más caro, ya que implica la intervención de dos o tres actores: el desabollador, que se encarga de dejar toda la pieza cuadrada para que no se aprecie que el vehículo tuvo un golpe; el colorista, que le da el color correcto a la pintura; y el pintor, que pinta el vehículo.
Un dato importante a tomar en consideración en estos casos es que muchas veces por un simple rayón en una puerta, se debe pintar la pieza completa. Esto quiere decir, toda la puerta. “Y si esta no queda del mismo color del auto, va a parecer como que tuvo un siniestro y no un simple rayón, por lo que te van a castigar más el precio”, asegura Ochipinti.
El tener una puerta de otro color, o un foco sin brillo o roto, genera una depreciación adicional que tiene directa relación con el costo del elemento a reparar. “Pero el tasador además le va a agregar el costo de recambio que se mide en tiempo”, afirma el director de carreras Área Mecánica de Inacap Concepción. A lo que añade, el descuento por el elemento a reparar, en general, es en base al precio del mercado”.
Es por esto, que a la hora de querer vender un vehículo, Jorge Ochipinti recomienda, en caso de querer venderlo de manera particular, no hacerle nada al auto. “Por último es mejor negociarlo directamente con la persona que está comprando el auto, porque es un trato directo”.
En cambio, “si lo va a dejar en un concesionario, lo mejor es repasar la pintura, limpiarlo en términos de sacar los rayones y toda la parte más sutil. Una limpieza y un pulido general del vehículo. Si bien vas a gastar un poco, esto te va a servir para que te castiguen lo menos posible el precio de retoma”, concluye el experto. Aunque advierte sobre un último punto: “esto no sólo aplica a la carrocería, también hay que tener cuidado con los vidrios, las llantas, los neumáticos y los parabrisas”.
