SANTIAGO.- Con el pasar de los años cada vez se ha vuelto más común ver autos deportivos que incorporan frenos cerámicos, los que ofrecen un rendimiento superior al de los convencionales.
El uso de este tipo de frenos comenzó hace décadas en industrias como la aeronáutica y la ferroviaria, y dio el salto al mundo del automóvil en los 80, específicamente en la Fórmula 1. La primera vez que un vehículo de producción usó esta tecnología fue en 2001, cuando Porsche lanzó el 911 GT2 (996) equipado con los famosos Porsche Ceramic Composite Brake (PCCB), los que fueron desarrollados en conjunto con la empresa SGL Carbon, la que posteriormente formó un joint venture con Brembo.
Tipos
Tal como lo señala su nombre, este tipo de frenos se caracteriza por contar con un composite cerámico (carburos de silicio), extremadamente duro y resistente a la abrasión, en el que están integradas las fibras de carbono altamente resistentes, que se encargan de absorber las tensiones que se producen en el material.
Actualmente existen dos tipos diferentes de frenos cerámicos: los CCM (Ceramic Composite Material) y los CCB (Carbon Ceramic Brakes). En el primer caso, la pastilla actúa directamente sobre la superficie del disco, mientras que los segundos cuentan con una capa cerámica adicional.
Ventajas
En relación a los frenos convencionales de acero, estos ofrecen una mayor resistencia a la abrasión y al “fading” (disminución de la capacidad de frenado debido al sobrecalentamiento de los frenos), y pueden llegar a durar hasta cuatro veces más.
Esto se debe a que los frenos cerámicos reparten el calor por toda la superficie y son capaces de soportar más de 900° de temperatura sin que haya deformaciones.
Además, estos son un 50% más livianos que los discos tradicionales, ofrecen una mayor eficacia, lo que permite reducir las distancias de frenado, y pueden llegar a tener una vida útil de 300.000 kilómetros, aunque esto depende del uso que se les de.
Respecto de los discos de hierro también reducen hasta un 90% la emisión de polvos finos y ofrecen mejoras en términos de ruidos y vibraciones.
Desventajas
A pesar de los beneficios que ofrecen los frenos cerámicos, el uso de estos en autos normales no es recomendable, ya que están diseñados para ofrecer su mejor desempeño a altas temperaturas y cuando se hace un uso intensivo de ellos. Es más, cuando están fríos podrían ser incluso menos eficaces que unos de hierro.
Otra desventaja es su elevado precio, el que muchas veces supera los diez mil dólares debido a su complejo proceso de fabricación y alto coste.