SANTIAGO.- La industria automotriz mira con muy buenos ojos los rápidos avances que se han conseguido en la tecnología de impresión 3D, tanto así que desde hace ya un tiempo la han incorporado en distintas áreas de sus líneas de producción para, en definitiva, entregar un mejor y más novedoso producto.
Un ejemplo de esto es lo que ocurre con los autos Mini, firma que ahora apuesta por entregar modelos completamente personalizados y al gusto de cada cliente, tal como lo hacen otras marcas de alta gama como Aston Martín, Lamborghini y Ferrari.
Este revolucionario proyecto comenzará con la filial Mini de Estados Unidos que ya anunció públicamente que pronto comenzará a fabricar vehículos que podrán ser personalizados por los propios compradores quienes tendrán la posibilidad de crear los diseños. Estas piezas serán producidas “utilizando procedimientos de producción innovadores como la impresión 3D", dijeron desde la automotriz.
Así las cosas, cualquier persona que quiera tener un Mini exclusivo podrá definir la forma y diseño de las incrustaciones, los adornos para el lado del pasajero en el interior y los umbrales de las puertas LED, además de otros elementos del vehículo.
Para eso se creó un personalizador en línea y una amplia gama de diferentes patrones y texturas, lo que hace aún más fácil y entretenido el proceso.
Cuando el cliente haya tomado una decisión final, Mini hará las piezas, usando impresión 3D, las que serán entregadas a los pocos días al concesionario y finalmente a su nuevo dueño. Una de sus ventajas es el bajo costo y la posibilidad de intercambiar estas piezas.
Otras alternativas
Pero las posibilidades que ofrece la impresión 3D en la industria automotriz van más allá. Desde hace ya un tiempo el Centro de Investigación y Desarrollo de Ford explora cómo imprimir piezas de gran tamaño que puedan montarse en vehículos de serie.
Hasta el momento la dificultad recae en que la impresión 3D aún no es lo suficientemente rápida para dar respuesta a los altos volúmenes de fabricación. No obstante, ya ha demostrado ser muy útil para crear limitadas cantidades de componentes que luego son usados para pruebas y prototipos.
Esto ha permitido que Ford pueda desarrollar maquetas y prototipos de piezas que usaran futuros vehículos en cosa de días y no meses, reduciendo significativamente sus costos.
De ahí que una de las apuestas con esta nueva tecnología es llegar a fabricar piezas mucho más ligeras que las actuales, lo que ayudará a tener vehículos con mucho mejor performance en eficiencia de combustible y ductilidad.
