La electricidad para los expertos: Los vehículos actuales vienen equipados con sofisticados sistemas eléctricos que es mejor dejar en manos de los que saben de la materia. Un paso en falso puede destruir el computador del automóvil lo que se traduce en un gasto importante para repararlo y más de un dolor de cabeza para el conductor. Tener el computador del auto en buen estado es esencial para conocer la información de todo lo que ocurre en torno al vehículo, señales de alerta, etc.
Cambiar embrague, reparar frenos o entrar en mecánica más profunda: El embrague es una pieza que todo vehículo con caja de cambios manual posee y es fundamental a la hora de la conducción porque permite el cambio de una marcha a otra. Sin embargo algunos malos hábitos de los conductores, como mantener presionado el pedal en todo momento, pueden dañarlo siendo necesaria su reparación. Mismo caso ocurre con los frenos que deben funcionar de manera perfecta para evitar accidentes en la ruta. De ahí la importancia que su mantención y/o reparación sea hecha por gente experta que tiene los conocimientos y herramientas necesarias.
No aventurarse sin las herramientas adecuadas: Según el desperfecto que experimente el auto será necesario la utilización de maquinaria específica que solo está al alcance de los talleres mecánicos por su alto costo. Por eso cuando existe una falla de magnitud mayor no es recomendable improvisar desarmando y reemplazando piezas por cuenta propia.
La pintura también tiene complejidad: Aunque el color del vehículo parece un tema mundano, también tiene su complejidad propia. Arreglar un pequeño rayón puede ser una tarea sencilla, incluso existen distintos productos que ayudan en la misión, sin embargo cuando es un problema mayor, lo mejor es acudir donde un profesional porque la pintura tiene un tono particular que no se puede comprar fácilmente en una tienda. De hecho, en muchas oportunidades el color con el que se pinta un vehículo es distinto al original siendo, por ejemplo, más opaco.
La garantía del servicio: Al reparar el vehículo con un mecánico o en un taller certificado, generalmente se entrega una garantía por si el auto presenta la misma u otra falla. Cuando un conductor hace el trabajo por si mismo, no existe esta alternativa arriesgándose a eventuales nuevos desperfectos y más gastos asociados.
Cambiar una rueda: Este procedimiento no implica mayor conocimiento en mecánica avanzada. Basta con saber soltar los pernos con la llave que trae el vehículo, ubicar el gato, levantar el auto y sacar la rueda. Eso sí, en este caso hay que tener claro que los pernos deben soltarse en una superficie plana y sólida, nunca con el vehículo en el aire. Lo mismo para asegurar los pernos.
Pasar corriente: Cuando la batería se descarga, es necesaria la ayuda de otro vehículo para que regrese al funcionamiento. En esta oportunidad se debe revisar que las baterías de ambos vehículos (el descargado y el apoyo) tengan el mismo voltaje. Además hay que tener precaución de que ninguna batería tenga fisuras o derrame algún líquido. Luego de esta revisión, se conecta el cable rojo al borne positivo del vehículo sin carga, mientras que el otro extremo queda en el vehículo de ayuda. El cable negro hace lo propio con el borne negativo de la máquina donante y el otro extremo va a alguna parte metálica del motor que necesita carga. Después de unos minutos se puede intentar prender el motor del vehículo descargado. En este caso tampoco es necesario un conocimiento mayor ni herramientas complejas más que los cables indicados.
Revisar los líquidos: Otro de los casos que sí pueden hacer los conductores primerizos es revisar los líquidos del vehículo y, de estar bajo el nivel requerido, acudir a un experto. El aceite del motor, el refrigerante y el líquido de frenos no pueden dejarse pasar y en el manual del auto viene indicado dónde se encuentra cada uno.
Estar atento al tablero: Para esto solo basta con mirar las respectivas señales que entrega el tablero del vehículo. Además, los manuales también traen el significado de cada señal aunque de todas formas éstas suelen ser muy intuitivas. Si existe alguna señal de alerta, es mejor consultar a un profesional.
Comprobar la presión de los neumáticos: Mantener la presión adecuada de los neumáticos cobra vital importancia porque son éstos los que están en permanente contacto con el pavimento. Circular con una presión incorrecta puede hacer que los neumáticos se desgasten o reduzcan la capacidad de frenado durante la marcha. Lo que se debe tener claro es que cada vehículo necesita una presión distinta que es indicada por el fabricante. Generalmente ese número está en las puertas o guantera y en cada servicentro es posible agregar o disminuir la presión sin mayor complejidad.
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