SANTIAGO.- El Mercedes-AMG One es uno de los proyectos más ambiciosos en el que trabaja el gigante alemán y que consiste en fabricar un vehículo de Fórmula 1 que esté homologado para conducirse en calle. Sin embargo, la producción del superauto tuvo que ser aplazada por las complicaciones para adaptar uno de los potentes motores que compiten en la F-1 a un coche de carretera.
Así lo confirmó Tobias Moers, jefe de Mercedes-AMG, quien aseguró que "tenemos un retraso, no es un secreto, hablo abiertamente sobre eso con nuestros clientes. Había que hacer algunos ajustes en el tren motriz", confirmó a Top Gear.
En ese sentido uno de los principales problemas que ha enfrentado la marca es mantener el ralentí (número de revoluciones por minuto que debe tener el motor de un automóvil cuando no está acelerado) estable a 1.200 rpm.
"La temperatura no es el problema, no es muy alta. Conseguir un ralentí estable a 1.200 rpm; eso sí es un reto", indicó el alto ejecutivo.
De no conseguir un ralentí estable a 1.200 rpm, las emisiones de gases tampoco serán estables por lo que el vehículo infringiría las normas antiemisiones convirtiéndolo en inviable para su uso en calle, según explica Top Gear.
Es por eso que el Mercedes-AMG One presenta un retraso de nueve meses en la producción del auto que tendrá un valor de tres millones de dólares, aunque Moers afirmó que "nos aseguramos de tener un vehículo que funcione".
