BERLÍN.- Las empresas automotrices alemanas acordaron gastar hasta 3.000 euros por vehículo (alrededor de 2 millones 300 mil pesos chilenos) para ayudar a reducir las emisiones contaminantes que actualmente generan los motores diésel más antiguos y que no cumplen con las actuales normas medioambientales.
Así se definió luego de una extensa reunión entre el ministro de Transporte, Andreas Scheuer, y los jefes de las compañías involucradas y que fueron convocada para definir medidas que ayuden a combatir la contaminación ambiental.
Mientras se realizaba el encuentro un tribunal de justicia alemán dictaminó que otras dos ciudades de ese país, Colonia y Bonn, deben imponer prohibiciones de circulación a los vehículos diésel más viejos.
Volkswagen y Daimler están preparados para ofrecer reacondicionamientos de hardware para limpiar vehículos diésel más antiguos a su propio costo, dijo Scheuer luego de la reunión, y agregó que BMW aún se niega a hacerlo.
El Gobierno ha estado presionando a los fabricantes de automóviles para que asuman más de los costos de modernizar sus vehículos, aunque los gigantes automotrices de Alemania se han mostrado reacios a asumir más costos de lo necesario.
"Volkswagen, Daimler y BMW (en menor medidas) se asegurarán de que sus clientes puedan permanecer móviles", dijo Scheuer a los periodistas locales, instando además a los rivales extranjeros como Fiat y Peugeot a que se unan a los esfuerzos que, según sostuvo, las empresas alemanas están realizado.
Los escándalos que involucran esquemas para ocultar los niveles verdaderos de emisiones contaminantes de los automóviles diésel han asestado repetidos golpes a la reputación mundial de la industria automotriz alemana en los últimos años.