Un fanático de autos clásicos de Georgia, Estados Unidos, protagonizó una singular historia luego que intentara comprar un Ford Mustang Fastback de 1968 que era ofrecido a un excelente precio. Lo que no sabía el hombre era que el coche además venía con las cenizas de su antiguo propietario.
Según publicó el foro MustangFanClub, Zach Taylor encontró el modelo de la década de los 60 a través de Internet en una tranquila localidad de Carolina del Norte.
El "muscle car" era ofrecido en 7 mil dólares, cerca de cinco millones de pesos chilenos, un precio más que aceptable para el potencial comprador que sabía lo que podía costar un auto de esas características.
Al llegar al lugar donde se hallaba el vehículo, Zach se entrevistó con Bruce, actual dueño y vendedor del coche, quien le explicó que el Mustang había pertenecido a un antiguo amigo ya fallecido.
Tras comprarlo se dio cuenta que no podría repararlo por lo que decidió ponerlo a la venta, añadió Bruce en su relato.
Fue ahí cuando apareció Zach interesado en comprar el coche para sumarlo a su colección de vehículos clásicos. Sin embargo, al momento de analizar con detenimiento el auto se percató de un frasco en el asiento del copiloto.
¿Qué pasa con el frasco en el interior? preguntó Zach, ante lo cual Bruce solo se limitó a decir "¡Es James!".
Tras algunos segundos de incredulidad, Zach preguntó nuevamente "bueno, ¿James viene con el auto?". Ante lo cual el vendedor solo se limitó a decir que sí.
Si bien en un principio Zach se rehusó a adquirir el "coche mortuorio", tras unas semanas de pensarlo bien decidió finalmente comprarlo, incluyendo las cenizas de su antiguo propietario.
El sitio Jalopnik informó que después de la compra, el nuevo dueño limpió el vehículo y arregló lo que pudo para posteriormente venderlo por eBay con el frasco de cenizas incluido a un valor de 23.300 dólares, alrededor de 16 millones de pesos chilenos.
