Los vehículos eléctricos se encuentran en un proceso de adaptación para integrar el denominado “ruido falso” durante su marcha a baja velocidad y que busca evitar accidentes con los peatones. En ese escenario en Europa el plazo para que todos los coches integren el nuevo sistema se fijó para 2021, mientras que en Estados Unidos el 2020, por lo que los fabricantes trabajan contra reloj para cumplir las normativas.
Si bien el objetivo principal de la norma es evitar accidentes con los peatones, en Estados Unidos también buscan que los conductores se sientan más identificados con el ruido y de ahí que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) recomendó que los tonos puedan ser seleccionados por los choferes.
El organismo de seguridad solicitó que se puedan “permitir múltiples sonidos seleccionables por el conductor siempre que cumplan con los requisitos de rendimiento existentes”, según dijo un vocero de la entidad a The Verge.
De esta manera, la NHTSA espera que los fabricantes dispongan de una completa gama de opciones en momentos que algunas empresas ya comenzaron a dotar a sus vehículos con sonido falso.
Ese es el caso por ejemplo de Mercedes-Benz que tiene un leve “zumbido artificial” para su línea EQC, o el sonido falso del recientemente presentado Volkswagen ID.3, según informó el mencionado medio.