Si bien la “electromovilidad” es un concepto que se ha posicionado con fuerza en la industria automotriz, también es tecnología que día a día gana terreno en otras actividades de la vida moderna como la aviación y prueba de ello es que el martes recién pasado despegó el primer vuelo comercial cero emisiones.
Si bien solo se trató de un pequeño avión con capacidad para seis personas, lo cierto es que ha sido definido como el primer paso en un futuro que se ve prometedor y necesario, especialmente si se considera que la aviación comercial mundial es responsable del 2.5% del total de emisiones contaminantes en la Tierra.
El proyecto fue encabezado por la empresa canadiense de hidroaviones Harbour Air y la australiana de motores eléctricos MagniX.
Ingenieros y profesionales de ambas firmas trabajaron en el acondicionamiento de un avión Havilland Canada DHC-2 Beaver para cambiar su motor convencional de combustión interna por un propulsor eléctrico que genera 750 caballos de fuerza y que fue diseñado por la empresa australiana. La nueva aeronave cero emisiones fue llamada ePlane.
El avión fue dotado además con un gran paquete de celdas de litio para conseguir un alcance cercano a las 100 millas, es decir unos 161 kilómetros.
“El (vuelo) de ahora no va donde nos gustaría que fuera, pero es suficiente para iniciar la revolución”, dijo el director ejecutivo de MagniX, Roei Ganzarski, a la prensa internacional.
Por ahora, añadió el ejecutivo, esperar que los grandes aviones comerciales funcionen solo con potencia eléctrica es un poco exagerado dada la actual tecnología en baterías. No obstante, aseguró que este vuelo de prueba es un buen comienzo en este largo camino.
Los responsables del proyecto añadieron que por el momento los esfuerzos apuntan a ir limitando cada vez más la dependencia de los aviones comerciales con el combustible fósil.
Harbour Air expresó además su intención de trabajar para sumar nuevo aviones eléctricos a su flota, la que debería estar completamente reconvertida en 2022.
Por lo pronto, y como reporta el sitio Jalopnik.com, continuarán las pruebas con este primer avión comercial 100% eléctrico nacido de la unión entre una empresa canadiense y otra australiana.
Así las cosas, no sería extraño que en un futuro cercano se pueda ver cómo estas modernas aeronaves comienzan a cubrir trayectos cortos en estos países, cuidando el medio ambiente y rediciendo considerablemente los actuales gastos en combustible.
De hecho, ya se plantea la posibilidad de avanzar en el concepto de aviones híbridos que usan su motor a combustión para el despegue y aterrizaje, mientras que el propulsor cero emisiones solo se activa durante el vuelo de la aeronave.