No es extraño tener un mal día con el auto por algún desperfecto, mala maniobra o culpa de otro conductor, pero no muchos pueden decir que ese infortunio ocurrió 30 segundos después de sacar el vehículo desde el concesionario. Precisamente eso le ocurrió a un hombre del condado de Northamptonshire en el Reino Unido.
Según recogen medios locales, esta persona, cuya identidad se mantuvo en reserva, decidió comprar un Renault Mégane Coupé Cabriolet 0 kilómetros, por lo que concurrió hasta un representante local de la marca francesa para concretar el papeleo y llevarse su nuevo coche.
No obstante, poco duraría “la felicidad del auto nuevo”, ya que al sacar el compacto francés de color plata del estacionamiento del concesionario perdió por algunos segundos el control y casi golpea el parachoques de un vehículo, pero no de cualquier vehículo, sino que el de una patrulla policial que pasaba por el lugar.
Debido a eso, los policías decidieron hacer un control de rutina al automóvil y al solicitar sus documentos se percataron que el flamante propietario del deportivo francés había olvidado contratar el seguro del coche, grave omisión ya que al no contar con ese documento el auto debía ser incautado.
Según se explicó, la policía de Northamptonshire está ejecutando una campaña de seguridad vial llamada Operation Journey con el objetivo de reducir las víctimas en la carretera.
Este programa de fiscalización exige que los vehículos y sus conductores cuenten con toda su documentación, de lo contrario deben ser retirados de circulación, aún cuando recién haya salido del concesionario.
Esta delirante historia fue publicada en la cuenta oficial de Twitter de Northampton Hub Specials donde relataron que “este vehículo casi choca de frente con nuestro coche”.
En el post se añadió que el conductor comprobó que hacía sólo 30 segundos que había retirado el vehículo. “Lamentablemente se arriesgó a no asegurarlo. Y bueno, todos saben lo que sucede a continuación … #Incautado”, expresaron las fuerzas de seguridad.
