El Gobierno de Biden invertirá 7.500 millones de dólares en total, de los que 5.000 millones ya están disponibles para ser transferidos a los estados que justifiquen un uso adecuado de esos recursos para la construcción de 500.000 cargadores para vehículos eléctricos en las carreteras del país.
Con esta inversión el presidente de los Estados Unidos busca potenciar la compra de vehículos eléctricos, crear empleos y combatir la crisis climática. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, señaló que "futuro es eléctrico" en el mundo del transporte. Según datos oficiales, Estados Unidos cuenta actualmente con solo 100.000 puntos de carga en sus carreteras, y lo ideal es que haya un puesto cada 50 millas (80,5 kilómetros).
Los 50 estados del país, el Distrito de Columbia y Puerto Rico tendrán hasta agosto para solicitar los fondos del Gobierno federal y detallar cómo planean instalar estos cargadores. "Esta red cargadores para vehículos eléctricos debe ser totalmente accesible para todos los usuarios, independientemente de si viven en una zona urbana o rural", señaló el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.
El plan de inversión para los puntos de carga tiene como fecha estimada de cumplimiento aproximadamente cinco años. En tanto, los funcionarios de gobierno resaltaron que crearán “empleos bien remunerados que ayudarán a desarrollar a la clase media" y se impulsará "la descarbonización de la economía" de Estados Unidos.
Por otra parte, Joe Biden visitó el pasado martes una fábrica de estaciones de carga en el estado de Tennessee, mientras que el miércoles recibió en la Casa Blanca, a empresarios del sector eléctrico para tratar el tema de la transición hacia energías más limpias.
Además, esta inversión forma parte del gran plan de infraestructuras de 1,2 billones de dólares aprobado por el Congreso el pasado noviembre como uno de los grandes éxitos de la Administración Biden.
La ley contempla 550.000 millones de dólares en nuevas inversiones en infraestructuras en los próximos cinco años, sumado a los 65.000 millones de dólares para mejorar la banda ancha y 7.500 millones dólares para crear la red de estaciones de recarga de coches eléctricos, entre otras partidas.