El fabricante de automóviles coreano Hyundai y su filial Kia fueron objeto de registros en Alemania y Luxemburgo, en el marco de una investigación sobre la venta de "210 mil vehículos" cuyo motor diésel estaba presuntamente manipulado a fin de registrar menos emisiones.
"Cerca de 140 investigadores llevaron a cabo registros en ocho lugares de Alemania y Luxemburgo", pertenecientes a los “fabricantes Kia y Hyundai", indicó la fiscalía de Francfort en un comunicado enviado el miércoles a la AFP.
Se les acusa de haber "vendido más de 210.000 vehículos diésel hasta 2020 con dispositivos no autorizados", lo que permite reducir artificialmente las emisiones de CO2 de los motores, añadió.
Por lo tanto, los dos fabricantes son procesados por "sospecha de fraude y contaminación del aire, así como de complicidad en estos delitos".
Estas operaciones fueron "coordinadas por Eurojust", la plataforma de cooperación judicial europea, precisó la fiscalía.
El programa que permite la manipulación procede del proveedor Delphi, que pertenece hoy al grupo estadounidense BorgWarner, también acusado.
Durante el registro, los investigadores buscaron "pruebas, incluidos datos de comunicación, programas informáticos y documentos de planificación", según las autoridades alemanas.
