En la localidad alemana de Bremervörde comenzó a operar esta jornada la primera línea del mundo en la que circularán solo trenes impulsados con hidrógeno en un proyecto que se enmarca en los esfuerzos por reducir el cambio climático al dejar de quemar alrededor de 1,6 millones de litros de diésel al año.
Las autoridades de esa área del "Land" de Baja Sajonia informaron que el costo total del proyecto alcanzó los 93 millones de euros, incluyendo los trenes que circularán en la ruta entre Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehude.
Las avanzadas locomotoras a hidrógeno son fabricadas por la multinacional francesa Alstom con participación de otras empresas alemanas que se sumaron a la iniciativa.
Según explicaron los responsables del proyecto, la idea es que los catorce trenes de hidrógeno encargados a Alstom sustituirán progresivamente a las actuales 15 locomotoras que operan en el servicio y que son propulsadas con motores de combustión diésel.
Esta jornada, añadieron, entraron en operación las cinco primeras unidades del modelo denominado “Coradia iLint”, que tiene una autonomía de mil kilómetros por carga, libres de emisiones contaminantes.
La multinacional gala añadió que en 2018 comenzó el desarrollo de esta tecnología con cientos de horas de prueba que dan garantía de seguridad.
Los trenes llegarán hasta una estación que fue construida especialmente para concretar el proceso de recarga gracias a 64 tanques de almacenamiento de alta presión de 500 bares y con una capacidad total de 1.800 kilogramos, seis compresores de hidrógeno y dos bombas de combustible.
Con el uso de hidrógeno como combustible para los trenes, el medio ambiente se ve notablemente aliviado, ya que un kilogramo de hidrógeno reemplaza alrededor de 4,5 litros de combustible diésel, según el comunicado de Alstom, que indicó que está prevista la producción posterior de hidrógeno in situ mediante electrólisis y electricidad renovable.
El modelo Coradia iLint es el primer tren de pasajeros del mundo que funciona con una celda de combustible de hidrógeno que genera energía eléctrica para la propulsión, es silencioso y solo emite vapor de agua y condensación.
En la red en la que comenzó a operar hoy el tren viaja a velocidades de 80 a 120 kilómetros por hora, con una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora. Fue diseñado en la planta de Alstom en la localidad alemana de Salzgitter y en la francesa de Tarbes.
El proyecto está financiado por el Ministerio Federal de Asuntos Digitales y Transporte como parte del Programa Nacional de Innovación para Tecnología de Hidrógeno y Pilas de Combustible. El gobierno federal aporta 8,4 millones de euros a los costes de los vehículos y 4,3 millones de euros a los costes de la estación de servicio.