El nuevo CEO del fabricante británico McLaren, Michael Leiters, asumió funciones en junio de este año con la clara misión de sacar a la empresa del complicado escenario en el que se encuentra y que atribuyó a las malas decisión de la pasada administración que "pusieron en riesgo la posición financiera de la compañía" y debilitó la calidad de sus productos, al entregar vehículos sin el desarrollo esperado.
Debido a eso, explicó, dispuso suspender las entregas del deportivo Artura, pese a que este ya acumula un retraso considerable.
Antes de que este modelo llegue a los clientes, dijo Leiters, se deben solucionar los problemas detectados, de ahí que centrará sus esfuerzos en mejorar la calidad del ejemplar y terminar su desarrollo, ya que a la fecha no es un buen producto.
"Lo que he escuchado de mi equipo es que en el pasado se aceptaban productos no maduros y se lanzaban y entregaban a clientes. El Artura fue el primer proyecto en el que no hicimos eso. Vimos que el coche no estaba listo y detuvimos las entregas. Entonces ya teníamos un retraso significativo en la línea de producción y redujimos la producción a cero coches al día para solucionar nuestros problemas de calidad", dijo el ejecutivo al medio británico EVO.
Para poder llevar adelante esta acción, recoge un reporte de Motor1.com, la marca de Woking debió incluso vender algunas de sus más preciadas piezas de su colección de vehículos históricos.
Estos modelos fueron vendidos al fondo soberano Mumtalakat Holding de Bahréin, que posee un 60% del accionariado de la compañía inglesa, por un total de 100 millones de libras, es decir, unos 116 millones de euros. Pese a que el monto recaudado no fue despreciable, reportes indican que no es suficiente para solventar el actual proyecto.
Ya en 2021, McLaren vendió sus instalaciones centrales de Woking y las de Fórmula 1 a la firma de inversión inmobiliaria Global Net Lease de Nueva York, precisamente para lograr una inyección de liquidez, aunque como parte del acuerdo, McLaren seguirá siendo inquilino en estas propiedades durante los próximos 20 años.
