Los grandes fabricantes automotrices transitan inevitablemente hacia la electrificación de sus modelos con tecnologías que están cambiando radicalmente lo que conocemos como vehículos y, en ese contexto, BMW no quiere que su línea deportiva pierda su esencia cuando pasen a ser cero emisiones y para eso estudia la posibilidad de desarrollar una caja de cambios simulada que reforzará la sensibilidad del conductor con el vehículo.
Aunque en un auto eléctrico no necesita de una transmisión tradicional, BMW considera que tener una electrónica que replique a las tradicionales, ya que puede resultar interesante para transmitir sensaciones al conductor.
Frank van Meel, jefe de BMW, expresó su opinión al respecto cuando se le consultó sobre el sistema que monta el Ioniq 5 N y explicó que no deja de ser interesante para vehículos deportivos como los de la línea M.
En competición, explicó el ejecutivo, “no hay tiempo para mirar el velocímetro para ver lo rápido que vas” y esa información sólo la obtiene el conductor al escuchar y sentir el motor a través de la marcha.
“Necesitas esa retroalimentación, porque si conduces un automóvil eléctrico con solo una marcha, haciendo algún tipo de sonido de más de siete octavas, no sabes si estás en el medio (de las revoluciones) y si eso es el igual a 145 km/h o donde estés. Entonces eso en realidad no funcionará. Y necesitamos una solución para eso”, explicó Frank van Meel.
En cuanto al primer BMW M eléctrico, aún no hay confirmación oficial, pero la compañía ha compartido información sobre un prototipo basado en el i4 con cuatro motores, lo que hace que sea una opción plausible.