En la década del 60 la empresa Meyers Manx saltó a la fama tras lanzar al mercado su icónico buggy, un todoterreno que se fabricó sobre un Volkswagen Beetle, el mismo que ahora volverá a la línea de producción pero transformado en un vehículo 100% eléctrico.
Según anunció la marca, en una primera etapa se lanzará una edición “experimental” de 50 unidades exclusivas para los más fanáticos del modelo, para luego iniciar su producción en masa en algún momento de 2024.
Las primeras fotos oficiales muestran un cero emisiones que mantiene intacta la forma y el espíritu del icónico todoterreno de los años 60, apostando por una apariencia minimalista y familiar que destaca por sus grandes ruedas, la ausencia de puertas y un techo delgado que se puede retirar.
El buggy Meyers Manx 2.0 Eléctrico se construyó a partir de un monocasco de aluminio, con suspensión trasera independiente y discos de freno, mientras que los únicos toques tecnológicos son los faros LED y el moderno salpicadero.
En cuanto a su motorización, la empresa anunció que la versión más costosa, tope de gama, ofrecerá 40 kWh con una potencia de 200 CV y 325 Nm para mover un peso total de 750 kg, lo que le permite ir de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundo con una autonomía de 480 km. En tanto, la versión de acceso dispondrá de una batería de 20 kWh y 240 km de autonomía.
Ambas versiones debutaron durante la Monterey Car Week, junto con una versión urbana del buggy cero emisiones denominado Meyers Manx Resorter.
