El 13 de diciembre próximo saldrá a subasta uno de los modelos Ferrari más deseados por los coleccionistas y fanáticos de la Casa de Maranello, el que se espera llegue a los 60 millones de dólares, lo que lo convertiría en el Cavallino Rampante más caro alguna vez vendido en estos eventos.
Se trata de un extraordinario Ferrari 330 LM de 1962 y que tiene en su historial haber corrido en los 1.000 km de Nürburgring y las 24 Horas de Le Mans.
Este modelo se basó en gran medida en el icónico 250 GTO y se construyó para competir con autos de la categoría del Jaguar E-Type y el Shelby Cobra.
En relación al 250 GTO es ligeramente diferente ya que tiene un piso más largo para adaptarse al V12 de 4.0 litros. También cuenta con amortiguadores telescópicos, resortes coaxiales y una estructura tubular de acero.
En tanto, el ejemplar que saldrá a subasta -chasis 3765- es considerado el único 250 GTO/330 LM de fábrica que existe y que fue corrido por Lorenzo Bandini y Mike Parkes en las 24 Horas de Le Mans de 1962, carrera que no completó tras estrellarse en la vuelta 56.
Ese mismo año, el deportivo corrió en los 1.000 km de Nurburgring y terminó segundo en la general. En 1964 el auto fue vendido y se reemplazó su V12 de 4.0 litros por una unidad más pequeña de 3.0 litros que le permitió competir en las carreras GT italianas.
"Este es el momento. El único GTO de la Serie I que corrió en la Scuderia Ferrari. Una oportunidad única en la vida para comprar el Ferrari 330 LM/250 GTO de 1962 (chasis 3765) después de casi cuatro décadas en propiedad privada”, dijo RM Sotheby's, casa a cargo de la subasta, al anunciar el ejemplar.
El deportivo fue propiedad del presidente del Ferrari Club of America y se vendió en los años 80 y en los últimos 38 años ha permanecido en la misma colección donde ha sido restaurado al nivel de un concurso, eventos donde ha ganado el FCA Platinum Award y el premio Coppa Bella Machina en el Cavallino Classic.
También tiene un premio Best in Show del Amelia Island Concours d'Elegance en su vitrina de trofeos y terminó segundo en la clase GTO en el Pebble Beach Concours d'Elegance en 2011.
El Ferrari más caro jamás vendido fue un 250 GTO de 1963 que, según se informa, se vendió por 70 millones de dólares en una venta privada en 2018.
