Reunir más de 4.500 caballos de potencia en una pista no es fácil y Red Bull lo hizo al poner en la línea de largada cinco vehículos, muy distintos entre sí, pero que son sinónimo de velocidad y adrenalina. La lista es encabezada por un auto de Fórmula Uno, seguido de una motocicleta KTM MotoGP, un auto de World Rallycross, un ejemplar del WRC y la SuperVan eléctrica E-Transit de Ford.
La idea era una y muy sencilla: Saber cuál de estás máquinas era la más veloz en una competencia de arranque de cuarto de milla por lo que la atención se centró rápidamente en el monoplaza F1 y la veloz MotoGP.
El auto escogido fue el Red Bull RB8 de 2012 con motor V8, el que genera una impresionante potencia de 850 hp y pesa sólo 700 kg (1.543 libras).
(Piloto: Liam Lawson)
Pese a su impresionante carta de presentación el monoplaza presenta la desventaja de contar solo con tracción trasera, algo que no ocurre con los demás ejemplares de cuatro ruedas.
Por su parte, la MotoGP escogida fue la KTM RC16 de 270 hp y 157 kilos (346 libras) del año 2017. Esta impresionante máquina desarrolla menos potencia que el F1 pero se compensa con su muy bajo peso.
Por su parte, los autos de Rallycross y Rally generan una potencia de 600 hp y 550 hp respectivamente, pero a su favor tenían la tracción total que mejora considerablemente la salida.
Finalmente la SuperVan eléctrica Ford E-Transit era el vehículo más potente de todos los ahí reunidos con impresionantes 2.011 hp. Su gran desventaja es que también era el ejemplar más pesado, con 1680 kg (3.703 libras).
(Piloto: Dani Pedrosa)
En cada carrera, la ligereza y la potencia de la MotoGP le dieron una ventaja difícil de superar, ganando toda vez que fue exigida y aumentando el margen de diferencia.
La emoción estuvo en la disputa del segundo lugar entre el monoplaza F1 y la superVan cero emisiones. Finalmente se declaró un empate.
