EMOLTV

La icónica “Citroneta” cumple 75 años de vida

El legendario modelo francés se presentó oficialmente en 1948 y en 1990 se fabricó su última unidad. Se construyeron más de 5 millones de ejemplares.

26 de Septiembre de 2023 | 13:38 | Agencias / Carlos Valdés
imagen
Emol
En la historia del automóvil existen algunos pocos ejemplares que se han ganado el derecho de escribir su propio capítulo, y el Citroën 2CV es uno de ellos. Se trata de un modelo definido como un verdadero símbolo de la cultura francesa del siglo pasado y, por lo mismo, este 2023 sus fanáticos celebrarán sus 75 años de vida.

Conocido popularmente en Chile como "Citrola" o "Citroneta", el Citroën 2CV se transformó en uno de los autos más icónicos de todos los tiempos tras ser presentado oficialmente el 7 de octubre de 1948 en el Salón del Automóvil de París, aún cuando su historia se remonta a la década del 30 cuando se desarrollaron los primeros prototipos de este ejemplar, trabajo que se vio truncado por la Segunda Guerra Mundial.


Ya finalizado el conflicto, el Citroën 2CV se fabricó en distintas partes del mundo, incluído Chile, hasta 1990 cuando salió de la línea de producción el último ejemplar de este modelo en la planta de la marca gala en Portugal. Dos años antes se había dejado de fabricar en Francia.

En total, se construyeron 3.872.583 unidades del 2CV y 1.246.306 de ejemplares con la carrocería de furgoneta, llegando a un total de 5.118.889 unidades fabricadas en todo el mundo, siendo a la fecha un preciado y llamativo auto clásico de colección.

Orígenes


La historia del 2CV “Deux Chevaux Vapeur”, que en su lengua natal significa “Dos Caballos Vapor”, se inició un poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.


Para la firma del doble chevrón los años treinta fueron bastante exitosos y querían avanzar en el desarrollo de un vehículo económico y capaz de transportar cómodamente a cuatro personas.

En 1936 el ingeniero André Lefebvre y el diseñador Flaminio Bertoni comenzaron a trabajar en un ejemplar que daría respuesta a todas las necesidades de la clase trabajadora francesa, incluyendo a los parisinos y también a los habitantes de las zonas rurales.


A ese proyecto se le denominó TPV (Toute Petite Voiture), y en 1937 los prototipos comenzaron a ser probados en terreno, en medio de lodazales y pastizales, con un total de 250 unidades fabricadas en dos años.

Se utilizó aluminio corrugado para realizar la carrocería, el techo era de lona, se le dotó de un solitario faro frontal y montaba un pequeño motor de 375 cc que producía 8CV, enfriado mediante agua y que se le daba arranque con una manivela.


Todo iba bien hasta que las nubes negras de la guerra cubrieron los cielos de Europa, especialmente de Francia. Ante el avance de los Nazis, la historia cuenta que los responsables del TPV decidieron destruir los planos y casi todos los prototipos del modelo para evitar que cayeran en manos del enemigo, aún cuando el prototipo ya había sido revelado en la edición 1939 del Salón de París.

Según los escasos registros de la época no más de una docena de Citroën TPV vivieron en la clandestinidad durante la guerra, ocultos en graneros y subterráneos, y en algunos casos con valientes trabajadores de la marca que custodiaban los prototipos y que avanzaron en su desarrollo pese a las adversidades.


Tras finalizar el conflicto bélico y con el regreso de la paz, en 1948 se presentó oficialmente en el Salón de París el rebautizado Citroën 2CV. El ejemplar de posguerra adoptó una planta motriz refrigerada por aire, la carrocería se construyó con acero, se le sumó otro foco en el frontal, se mejoraron los asientos y así se mantuvo sin mayores cambios por casi 40 años.

La suspensión del 2CV era tema aparte, porque tenía un esquema bastante curioso, con brazos pivotantes y amortiguadores tipo botella, un mecanismo que lo hacía casi imposible de volcar y que le otorgaba un suave andar en los caminos más inclementes.

Muchas variantes inspiradas en el 2CV original se construyeron en los años siguientes, como el furgón de carga AK6, el Dyane, el Acadiane e incluso una versión equipada con dos motores y tracción integral, el 2CV Sahara.


Otra versión que no puede quedar en el olvido fue el Citroën 2CV Mehari, que tenía su semejante chileno, el Yagan, el que se mantuvo presente entre 1971 y 1973.

Y si de inventos nacionales se trata, el que se lleva los máximos honores es la "Citroneta", un 2CV con caja trasera, lo que le dio pie a ese simpático nombre; mezcla de Citroën y Camioneta.

Fue en 1957 cuando se fundó Citroën Chilena S.A, en Arica, centro industrial donde por más de diez años se ensamblaron estas variantes que son únicas en el mundo.
Vehículos destacados
    Encuentra
    tu próximo vehículo

    Palabras clave

    Región

    Categoría

    Marca

    2000Rango de años 2020

    Precio

    Fecha de publicación

    Buscar
    Limpiar
    EL COMENTARISTA OPINA
    ¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?