Este domingo, la ciudad de París deberá votar una propuesta municipal que busca triplicar el costo de estacionamiento para los SUV de grandes dimensiones, vehículos cada vez más populares y cuyas dimensiones superan el espacio promedio destinado para un vehículo urbano.
"Cuanto más grandes son, más contaminan", afirmó en diciembre pasado la alcaldesa de la “Ciudad Luz”, la socialista Anne Hidalgo, quien justifica la medida argumentando la mayor contaminación y peligro que suponen para los peatones estos autos, más altos y pesados.
Estos vehículos elevados y espaciosos, conocidos como SUV (por las siglas en inglés de Sport Utility Vehicle), renovaron y conquistaron en los últimos años el sector de los autos familiares con su aspecto todoterreno, aunque no con su potencia.
Sin embargo, sus detractores denuncian que ocupan mucho espacio en las calles y que son muy contaminantes, una "aberración" frente al calentamiento del planeta, en palabras de la ONG ecologista WWF.
Son "200 kilos más pesados, 25 cm más largos y 10 cm más anchos" que un auto normal, requieren más materiales para su fabricación, consumen un 15% más de combustible y emiten un 20% más de CO2, enumera esta organización.
París, que tiene como una de sus prioridades reducir el espacio destinado a los autos en beneficio de los peatones y bicicletas, podría convertirse el domingo en una de las pocas ciudades del mundo en limitar la presencia de los SUV, tal como ya lo hizo Washington.
La decisión ahora está en manos de 1,3 millones de parisinos llamados a las urnas el domingo para pronunciarse sobre si cobrar más a estos autos "individuales, pesados, voluminosos y contaminantes".
Si se aprueba, los no residentes deberán pagar entre 12 y 18 euros (entre 13 y 19,5 dólares) por hora para estacionar un vehículo con motorización de combustión o híbrido de más de 1,6 toneladas, o un vehículo eléctrico de más de dos toneladas, aunque existen excepciones para los trabajadores y personas con discapacidad.
