El Ministro de Transporte alemán, Volker Wissing, no descartó que el gobierno adopte medidas drásticas para alcanzar los objetivos de descarbonización asumidos por el país en materia climática y planteó incluso la posibilidad de implementar restricciones extremas, como la prohibición de circular en vehículos motorizados los fines de semana, en caso de no cumplir las metas.
En una carta dirigida a los líderes de los grupos parlamentarios, indica una nota de Motorpasión.com, el secretario de Estado planteó que "una reducción equivalente del rendimiento del tráfico sólo sería posible mediante medidas restrictivas que sean difíciles de comunicar a la población, como prohibiciones de circulación a nivel nacional e indefinidas los sábados y domingos".
Este pronunciamiento surge en un contexto donde Alemania enfrenta desafíos para cumplir con la ley climática vigente, que exige una reducción del 65% de las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030.
Alemania logró en 2023 reducir sus emisiones al nivel más bajo de los últimos 70 años. No obstante, este logro se alcanzó gracias al esfuerzo de otras industrias, ya que el sector del transporte no ha cumplido sus objetivos climáticos y tampoco se ha lanzado un programa para conseguirlo.
En este escenario, los distintos grupos políticos, incluidos los ecologistas, no han llegado a ningún acuerdo, lo que ha tensado la posición del ministro Wissing, quien anteriormente se ha mostrado contrario a otras medidas climáticas, como reducir los límites de velocidad en las autopistas, y ahora apoya enmiendas que permitan a las industrias más contaminantes emitir más de lo legalmente aceptable, siempre y cuando realicen otras acciones de compensación.
Ante este escenario, el ministro ha lanzado esta advertencia, asegurando que si las reformas planificadas no se aprueban en el parlamento antes del 15 de julio, el Ministerio de Transporte se vería obligado a presentar un "programa de acción inmediata que garantice el cumplimiento de los niveles anuales de emisiones del sector del transporte" hasta 2030, lo que incluye la prohibición de conducir los fines de semana.
El anuncio ha sido calificado por los grupos políticos como "rumores infundados" o "alarmismo mediante propuestas absurdas".
Las organizaciones ecologistas, incluidas Greenpeace, la Federación Alemana para el Medio Ambiente y la Conservación de la Naturaleza y Fridays for Future criticaron también las eventuales acciones y la supresión prevista de objetivos de emisiones individuales.
Temen que un cálculo global oscurezca el impacto de ciertos sectores, especialmente el sector del tráfico, que frecuentemente no cumple los objetivos.
