Volkswagen tiene la intención de cerrar al menos tres de sus plantas en Alemania y eliminar miles de puestos de trabajo. Estas medidas fueron reveladas por Daniela Cavallo, presidenta del comité de empresa y líder sindical, quien explicó que esta reducción se enmarca en un plan de la dirección para enfrentar los tiempos complejos que atraviesa la compañía.
La próxima reunión para las negociaciones salariales será esta semana y es un hecho que Volkswagen se encuentra en un punto de inflexión en su historia. “La situación es grave, y la responsabilidad de los interlocutores sociales es enorme”, añadió Cavallo.
Además, la presidenta del comité de empresa expresó en el comunicado que el plan presentado por la dirección incluye un recorte salarial del 10% para todos los empleados y el traslado al extranjero de numerosas actividades del grupo que actualmente se realizan en Alemania.
Sobre estas medidas, Cavallo y otros líderes sindicales de Volkswagen anunciaron “una feroz resistencia a los recortes”. También realizaron una advertencia a los miembros de la junta directiva y a los altos cargos de la empresa: “No se metan con nosotros, con la fuerza laboral de la empresa”. Desde el sindicato alemán IG Metall, donde se concentra una gran parte de los trabajadores de las plantas de la empresa alemana, también prometieron oponerse a cualquier cierre de fábricas u otros recortes relevantes.
Por su parte, los ejecutivos de la compañía defendieron sus planes de reducción de costos, aunque no se refirieron directamente a la eliminación de empleos. Al respecto, el consejero delegado de VW, Thomas Schäfer, mencionó en un comunicado que los gastos de las plantas en Alemania se han vuelto excesivamente altos.
En el documento, Schäfer apuntó que “no podemos seguir como antes (...) No somos lo suficientemente productivos en nuestras plantas alemanas y nuestros costos de fábrica son entre un 25% y 50% más altos de lo que habíamos planeado. Es decir, que nuestras fábricas individuales son el doble de caras que la competencia”, aseveró.
Volkswagen y los sindicatos iniciarán este miércoles una ronda de negociaciones salariales, en un momento convulso para la mayor compañía automovilística europea, que tiene como objetivo endurecer su programa de ahorro.
Desde los sindicatos piden un aumento del 7% salarial y amenazaron con huelgas (posiblemente a partir de diciembre) si no se tomaban en consideración sus demandas, mientras que desde la automovilística insisten en la necesidad de reducir costes laborales.
