Desde este lunes la ciudad de París comenzó a aplicar una restricción vehicular en sus barrios más centrales, medida que busca reducir la contaminación y el ruido que genera el transporte motorizado.
En los primeros seis no se extenderán multas o sanciones a quienes no cumplan con la prohibición. No obstante, una vez complicado el periodo de marcha blanca estas comenzarán a ser cursadas.
La capital francesa se suma así a otras ciudades que han creado Zonas de Tráfico Limitado (ZTL), en las que se limita el tránsito de automóviles y motos de forma permanente.
La disposición, explicó la autoridad parisina, se aplicará a los cuatro primeros distritos de la ciudad, lo que incluye buena parte del centro más turístico al norte del Sena que cubre de la plaza de la Bastilla a la Ópera.
El concejal de esos cuatro distritos centrales de la capital, Ariel Weil, indicó que "durante al menos seis meses" será una medida "con carácter pedagógico", que permitirá realizar controles "de forma aleatoria" sin sanciones.
Añadió que a esta restricción están exentos los vehículos de emergencia, los de transportes públicos, incluidos taxis y VTC, los de personas con movilidad reducida, los de profesionales sanitarios y los de los residentes.
Weil explicó, además, que para no dañar la actividad económica del centro también se permitirá el acceso a personas que vayan a los comercios de esa zona.
El objetivo es evitar el paso de los vehículos en tránsito por esos barrios, que deberán buscar alternativas para cruzar la ciudad.
Durante los seis meses de prueba, se estudiarán con la Prefectura sistemas de autorización de los vehículos, que pueden consistir en la distribución de códigos QR para quienes tengan permiso de circulación por la zona.