El gigante de la industria automotriz Stellantis decidió paralizar por 15 días la producción de carrocerías en su principal complejo industrial de Italia, la planta de Mirafiori en Turín (norte), como respuesta a la incertidumbre que existe en torno a las ventas de vehículos eléctricos en varios mercados europeos.
Stellantis comunicó a los sindicatos que esta suspensión se extenderá desde el 2 al 17 de diciembre y se suma al cierre colectivo de la planta acordado hace unas semanas y que va del 18 de diciembre al 5 de enero a fin de aprovechar los festivos de fin de año.
El cese de producción de la división de carrocerías se debe, añadió el conglomerado en un comunicado, "a la persistente situación de incertidumbre en las ventas de vehículos eléctricos en varios mercados europeos, que representan el 97% de la producción de Mirafiori y de modelos del sector del lujo en algunos países extraeuropeos como China y Estados Unidos".
El paro es solo en la producción de carrocerías y no en el resto del complejo, donde hay cinco fábricas y oficinas administrativas de varias entidades, en las que trabajan unas 13.000 personas en total, puntualizó la compañía.
En septiembre pasado, Stellantis ya empezó a hacer recortes productivos en Mirafiori y desde entonces no solo los ha prolongado en esa planta, sino que en noviembre los extendió a otras fábricas del país como Pomigliano d'Arco, Térmoli y Pratola Serra.
El pasado miércoles el grupo franco-ítalo-estadounidense también anunció la suspensión de producción durante seis días en diciembre de su unidad de motores Unit Engine V6-2.0 T4 en la fábrica italiana de Térmoli (Molise, sur), por la caída de pedidos en el mercado.
Los ceses de producción se registran en plenas dificultades económicas para el conglomerado automotriz que nació tras la unión de los grupos PSA y FCA.
En las últimas semanas, Stellantis anunció además el cierre de una fábrica en Reino Unido, el despido de 1.100 empleados en una planta en Estados Unidos y un ERTE en la fábrica de Figueruelas (España) que afecta a 4.500 trabajadores, en plenas dificultades por la escasez de demanda en el mercado automovilístico occidental.
El jefe de recursos humanos de Stellantis en Italia aseguró en una reunión con el ministro de Empresa de ese país, Adolfo Urso, que el conglomerado no tiene intención de cerrar plantas ni hacer despidos a nivel local, ante lo cual la autoridad de gobierno le insistió que la multinacional tiene hasta el 16 de diciembre para presentar "un plan convincente y sostenible que incluya inversiones" en Italia.
"Ya hemos pedido a la empresa que especifique cuánto pretende invertir en nuestro país, asegurando la protección de empleo", dijo Urso, quien, sin embargo, advirtió de que la problemática es más global.