El consumo de combustibles fósiles en China está en fuerte descenso, impulsado principalmente por el auge de los vehículos eléctricos, tanto híbridos como eléctricos puros, cuyas ventas se han triplicado desde 2021 y se han multiplicado por ocho en comparación con 2020, lo que representa un duro golpe para la industria petrolera mundial, que destina casi una quinta parte de su producción al gigante asiático.
Este crecimiento, según un reporte de Carscoops.com, está transformando la demanda de petróleo en China, donde más de la mitad de los vehículos nuevos vendidos son eléctricos o híbridos y, por lo mismo, se estima que el uso de gasolina en el país seguirá disminuyendo entre un 4% y un 5% anual hasta 2030, fenómeno que está ocurriendo mucho más rápido de lo previsto por los expertos.
Actualmente, uno de cada diez automóviles que circulan en China está electrificado. A este ritmo, se espera que esa proporción crezca rápidamente. De hecho, Anders Hove, investigador del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, señaló a Bloomberg que para 2040 el 100% de los vehículos en China podrían ser con tecnología eléctrica.
Esta acelerada transformación tendría un impacto profundo en la industria petrolera mundial. Según Hove, la demanda de crudo para vehículos ligeros en China podría reducirse de los actuales 3,5 millones de barriles diarios a solo 1 millón en 2040.
Aunque este panorama desafía a las grandes petroleras, la transición hacia vehículos de cero emisiones o híbridos avanza más lentamente en otros mercados, como en Estados Unidos, donde estos ejemplares solo representan el 10% de las ventas de automóviles.
A esto se suma el auge experimentado en el último tiempo por los modelos híbridos enchufables, segmento, relevante en el mercado chino, y que aún requiere más estudios sobre su consumo en condiciones reales de uso, un aspecto aplicable también a otros mercados clave.