Algunos autos parecen tener alma propia, y el Lamborghini Countach LP400 de 1977 de Simon Kidston, un conocido coleccionista británico, decidido a alimentar esa leyenda al protagonizar un episodio tan insólito como inquietante tras moverse sin nadie al volante para terminar detenido contra el muro de un castillo en Escocia.
El hecho ocurrió cuando el vehículo estaba estacionado en el exterior de una lujosa residencia. En plena noche, el Countach arrancó y avanzó por sus propios medios, sin que hubiera ninguna persona al mando.
El propio Kidston confirmó el episodio y publicó imágenes del extraño suceso, el que terminó con el auto de colección apoyado en un arbusto contra una pared de la residencia, lo que evitó daños mayores, ya que de haberse desviado ligeramente, el morro podría haber quedado seriamente afectado o incluso haber acabado cuesta abajo, hacia un río cercano.
El Lamborghini Countach LP400 Periscopio de 1977 es una de las versiones más valoradas de la familia, con un diseño más cercano al prototipo original y sin los elementos aerodinámicos extremos que serían incluídos en años posteriores.
Una explicación razonable
Simon Kidston, reconocido coleccionista y vendedor de autos clásicos, se tomó el episodio con calma. Los daños fueron menores y ya han sido reparados, explicó. Sobre la causa, baraja una explicación técnica ligada a un posible cortocircuito provocado por la humedad extrema del clima escocés, una combinación delicada para la electrónica italiana de la época.
El Countach, explicó, estaba estacionado con una marcha engranada, lo que podría explicar que avanzara antes de detenerse. Kidston bromeó incluso con la posibilidad de un “fantasma escocés”, sin perder de vista que el desenlace pudo haber sido mucho peor.