Con su fortuna ilícita de 22 millones de dólares, Charles "Chuck" Blazer se regaló una vida de lujos, que incluían un apartamento para uso exclusivo de sus gatos.
Agencia
SANTIAGO.- En mayo de 2015 estalló el escándalo más grande en la historia del fútbol. El mundo del balompié se sorprendía con la detención de seis funcionarios de la FIFA, por parte del FBI, por sospechas de corrupción, a tan sólo días de una nueva elección para determinar quién sería el próximo presidente de la máxima entidad futbolística.
Y en esa jugada de la policía norteamericana hubo un nombre que resultó clave: Charles "Chuck" Blazer, quien en ese momento fue sindicado como el principal colaborador del FBI para conseguir la información que finalmente terminó por hundir a los máximos dirigentes de la Concacaf y la Conmebol, entre ellos, el ex presidente de la ANFP, Sergio Jadue Jadue.
Hoy, a más de dos años del hecho que dio vuelta el orbe, "Chuck" Blazer falleció ayer miércoles a los 72 años producto de un cáncer.
El estadounidense, quien en 2008 visitó nuestro país para supervisar la organización del Mundial Femenino, fue secretario general de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe, Concacaf, y miembro del comité ejecutivo de la FIFA.
De su paso por el organismo con sede en Zurich no salió limpio. Fue acusado, en 2013, de recibir más de 22 millones de dólares, de manera ilícita, y recibió una suspensión de 90 días en el cargo.
Debido a lo anterior, Blazer habría decidido cooperar, apoyando en una investigación conjunta con el organismo estadounidense como "agente encubierto", y así rebajar las penas en su contra por cargos de evasión.
Cuando integró el comité ejecutivo de la FIFA, "Chuck" grabó conversaciones en secreto de miembros de dicho comité, para así aportar en la investigación del FBI. Así su "colaboración" permitió al órgano policial investigar los casos de corrupción relacionados a distintos dirigentes del fútbol, donde incluso surgieron confesiones involuntarias y datos que permitieron dar con los involucrados en los casos de corrupción, como Jadue Jadue.
Y hay más. Con su fortuna ilícita de 22 millones de dólares, Blazer se regaló una vida de lujos, que incluían un apartamento, al que la Concacaf aportaba 6.000 dólares mensuales, para uso exclusivo de sus gatos, según el diario New York Daily News.
Los que lo conocieron aseguran que el fallecido funcionario de la FIFA era un tipo afable y carismático, de una poblada barba blanca y un estómago prominente, que se fotografiaba con los líderes mundiales como el ruso Vladimir Putin, quien le llegó a decir que tenía un gran parecido con Karl Marx en una reunión previa a la votación por el Mundial de 2018 que se llevó Rusia.