Malaimagen no deja títere con cabeza en libro centrado en casos de corrupción

SANTIAGO.- Antes era a través de revistas y diarios. De esa forma es como circulaba el más corrosivo humor político en Chile, ése que era capaz de trasladar a la ciudadanía inquietudes y puntos de vista en torno a regímenes y autoridades. Hoy, la posta la tomó internet y las redes sociales, y en ese plano hay un nombre que con claridad lleva la delantera: Malaimagen.

La obra del dibujante, cuyo verdadero nombre es Guillermo Galindo, se expande día a día por Twitter y Facebook, con viñetas que en los últimos meses han estado especialmente nutridas, gracias a casos como Caval, Soquimich y Penta.

Y precisamente esos casos son los que inspiraron "Boleta o Factura" (Reservoir Books, $7.000), un libro con cerca de 150 ilustraciones que descueran a la clase política local, sobre todo a los nombres involucrados en esos escándalos. "Para mí es importante que estos casos no se olviden, así que con esto intento aportar mi granito de arena para que eso no ocurra", dice Galindo.

"Chile no es un país corrupto y otros chistes" es el elocuente subtítulo del volumen, sentando una premisa que para algunos puede parecer exagerada en función de los registros internacionales de probidad, pero que para Malaimagen está más que justificada.

"El libro surge a raíz de casos que efectivamente ocurrieron, así que no es mi problema si se proyecta una imagen de que los políticos en Chile son corruptos o ladrones. Se metieron solos en el problema, no los metí yo", afirma.

Y aunque reconoce que hasta hace un tiempo "Chile no parecía ser un país corrupto al lado de otros ejemplos de la región, creo que con este pastelazo de la élite política entramos a las grandes ligas".

Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, Sebastián Piñera, Hugo Bravo y Carlos Eugenio Lavín, son algunos de los personajes claramente identificables en las diferentes ilustraciones, y cuyos últimos acontecimientos Galindo aborda sin piedad. Claro que a la hora de buscar un favorito, el nombre que le hace más fácil la pega, no duda: "La UDI, absolutamente. Se especializan en regalar material".

Respecto de si el trabajo que realiza en la actualidad podría ubicarse como el que continúa con la tradición de ilustres como Hervi, Guillo y Rufino, Galindo es cauto. "Respeto y admiro mucho su trabajo y el de tantos otros grandes dibujantes de humor gráfico político en Chile, pero yo no estoy ni cerca aún de la trayectoria de ellos como para poder comparármeles. Simplemente hago lo que me gusta hacer, y tengo la suerte de que hay gente que le gusta".