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Director de cinta inspirada en caso Larraín: "Es una película que tiene urgencia"

Este jueves se estrena "Aquí no ha pasado nada", cuarto largometraje de Alejandro Fernández Almendras. El filme busca exponer las influencias que ejerce la elite chilena al interior de la burocracia judicial.

01 de Septiembre de 2016 | 10:53 | Por Javier Olivares, Emol
SANTIAGO.- Tras su exhibición en la última edición de Sanfic, "Aquí no ha pasado nada" debuta hoy a nivel comercial en Chile. El cuarto filme del cineasta nacional Alejandro Fernández Almendras se estrenó en Sundance con excelentes críticas, y recientemente el realizador se llevó el premio a Mejor Director en la Competencia Internacional del certamen cinematográfico capitalino.

El drama protagonizado por Agustín Silva ("Guagua cochina") cuenta la historia de Vicente "Vicho" Maldonado, un joven que durante sus vacaciones en Zapallar se involucra en un accidente junto a un grupo de conocidos. Uno de ellos, Manuel Larrea (Samuel Landea), es hijo de un senador de la República.

Fernández Almendras usó como inspiración para el filme el caso judicial de Martín Larraín, hijo del ex presidente de Renovación Nacional que en 2013 protagonizó un atropello —en estado de ebriedad— en Curanipe que resultó en la muerte de un peatón. Tras lo sucedido, finalmente se desestimó la responsabilidad del involucrado, ya que no hubo pruebas concluyentes. No obstante, sí se condenó a sus acompañantes por obstrucción a la justicia.

De esa manera el director nacional dio con una historia que muestra las influencias y el poder que hay en la elite chilena. "Me parece que es una película que tiene urgencia, que hay que verla ahora, que habla sobre el Chile de hoy, desde hoy", dijo a Emol el cineasta.

"La película trata sobre un caso ficticio que nosotros inventamos y que funcione en base a la ley Emilia, con la ilusión de que cuando cambia la ley, cambia la conducta. Sin embargo, sea cual sea la ley, la trampa está hecha hace mucho tiempo atrás", explicó.

La cinta de 94 minutos muestra siempre la perspectiva de Vicente, logrando retratar el mundo juvenil de la clase alta en Chile, algo que Fernández Almendras tenía considerado. "Para mí era fundamental hacer una película que mostrara el mundo de cuicos de Zapallar y Cachagua de una forma que se saliera un poco del estereotipo del cuico que rotea todo el día, que trata mal a toda la gente", señaló.

"Yo quería hacer una cosa que fuera más neutral, pero que a pesar de eso mostrara la crudeza de la situación social que existe. Eso me parecía más fuerte, que simplemente seguir el clásico estereotipo de que son como malos de origen. Es cómo el sistema el que los pone en un lugar que, al afectar estas reglas y esas condiciones, terminas haciéndole mucho daño a la gente, sin tener una intención clara de hacer daño", añadió.

Además de Agustín Silva y Samuel Landea, el elenco se compone de Alejandro Goic ("Bala loca"), Paulina García ("Gloria"), Luis Gnecco ("Neruda"), Daniel Alcaíno ("Los 80") y de jóvenes rostros como Augusto Schuster ("Pobre gallo") y Geraldine Neary ("Preciosas").

Schuster y Neary —junto al protagonista— fueron clave para dar con el ambiente que el realizador quería lograr. "Se trata de generar empatía con personajes que hacen cosas terribles y que son bien poco queribles", indica Fernández Almendras, quien añade que "el trabajo que hacen todos los chicos de la película es tremendo, porque son capaces de generar empatía en personajes que de otra manera hubiesen sido muy caricaturescos y muy duros de aceptar".
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