SANTIAGO.- Mañana será un día importante para el realizador nacional Christopher Murray. El responsable del aplaudido documental "Propaganda" exhibirá en la competencia oficial del Festival de Cine de Venecia "El Cristo ciego", producción que competirá por el León de Oro junto a otros 19 largometrajes.
La historia protagonizada por Michael Silva ("Sudamerican Rockers") se centra en un mecánico del pueblo de La Tirana que, luego de una experiencia de su niñez, se reconoce a sí mismo como Cristo. A los 33 años, tras enterarse de que su inseparable amigo de infancia se encuentra en una situación difícil, abandona la casa que comparte con su padre para buscar a su compañero y practicar en él su primer milagro.
La producción fue seleccionada por los organizadores del certamen junto a filmes de destacados directores internacionales, como "La La Land" de Damien Chazelle ("Whiplash"), "On the Milky Road" de Emir Kustirica ("Underground") y "Voyage of Time" de Terrence Malick ("El árbol de la vida"). También compite Pablo Larraín con su primer proyecto en el extranjero, "Jackie", protagonizada por Natalia Portman e inspirada en la viuda de John F. Kennedy.
"Haber recibido esta invitación de un festival como Venecia es algo que me hace sentir muy agradecido y emocionado. No porque sienta que los festivales validan las películas, sino que porque son espacio para compartir un trabajo que fue hecho por muchas personas, con mucho esfuerzo, uno sólo puede sentir gratitud al respecto. Apenas imaginé la noticia, recordé las semanas en el desierto, y es emocionante compartirlo en una tribuna así. Lo tomo con serenidad, con calma", dice Murray a Emol previo a la exhibición de la cinta.
"El Cristo ciego" sigue el viaje que emprende el protagonista por el desierto, rumbo al hogar de su amigo. Debido a ello, el paisaje juega un rol importante en el desarrollo de la historia. "Es una película que trata sobre la Pampa, pero no como un paisaje desolado, sino que humano y muy rico, lleno de historias que vale la pena contar. En un principio la idea era hacer una película sobre un Cristo chileno, que me pareció interesante. Pero a medida que fui conociendo historias de los habitantes de la zona, las fui incluyendo. La historia se fue armando después que pisé el suelo de la pampa", explica Murray.
La cinta incluye la participación de varios habitantes de la zona, quienes abrieron las puertas de su intimidad al director y compartieron sus historias de vida. Éstas son expuestas en la película como parábolas difundidas por el protagonista, e incluso algunos aparecen en distintos momentos de la ficción. "Las personas fueron invitadas a ser parte de un proceso creativo", cuenta. "Ellas ayudaron a escribir el dialogo, ensayaron mucho conmigo. Fue un proceso colaborativo".
La idea de abordar un rol relacionado a Jesucristo no tiene su origen en un interés religioso, cuenta Murray. "Yo no soy una persona religiosa, pero sí me fascina el tema porque detrás de la religión hay condiciones humanas, realidades humanas. Siempre he tenido la pregunta de dónde surgen los mitos. Muchas veces uno se da cuenta de que lo que uno ha vivido surge de las carencias. A veces tienen que ver con problemáticas locales, malas políticas públicas. Soy un convencido de que las historias y los relatos son para dar sentido a realidades que no lo tienen. Esta película busca entender eso", concluye el cineasta.
