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Así fue el impactante debut de "Nadie está libre", el programa que lleva a chicos-problema a la cárcel

Tres jóvenes madres se enfrentan a una compleja situación: pasan un día en el Centro penitenciario femenino y aprenden que, si siguen del mismo modo con sus vidas, podrían terminar como residentes del lugar.

29 de Septiembre de 2016 | 00:56 | Emol
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Tres mamás adolescentes fueron las protagonistas del primer episodio.

Canal 13
SANTIAGO.- La frase que acompaña el título del programa "Nadie está libre", el espacio de Canal 13 que lleva a chicos-problema a la cárcel, es "Encerrados para cambiar". Y esas palabras dan en el clavo: es difícil imaginar que las vidas de quienes participan en el show conducido por Macarena Venegas consigan volver a vivir del modo irresponsable y peligroso en que lo han hecho hasta ahora.

En el recién estrenado primer episodio, se vieron las historias de tres jóvenes: Michaela, Catalina y Bárbara. Ninguna de ellas supera los 20 años y su prioridad máxima es la próxima fiesta. Algo que no tendría nada de raro si no fuera porque tienen un interés casi patológico en su desenfrenada vida social y porque las tres son madres.

Pero su interés en sus hijos parece ser inversamente proporcional a lo que sienten por estar con sus amistades cada vez que sea posible. Por tanto, no es extraño que Catalina reconozca que lo único que quiere es "salir y pasarlo bien", mientras que Bárbara asegure que su mamá tiene la "obligación de cuidar" a su retoño pues "es su abuela" o que Michaela diga sin un poco de vergüenza: "Soy la más carretera de mis hermanos".

Al principio hablan de sus respectivos comportamientos casi como si fueran "gracias" y todo son risas. Eso, hasta que el reality para jóvenes que tienen problemas con sus padres en el que creen estar cambia radicalmente al llegar a la cárcel. No lo pueden creer y piensan en escapar de algún modo, pero eso no es una posibilidad. De hecho, se deben quedar todo el día y cumplir la rutina de quienes llegan por primera vez al penal: limpiar y lavar mientras conocen las difíciles historias de algunas de las reclusas y se enteran de que su comportamiento las puede llevar a una vida similar privadas de libertad.

Es así como la resaca terrible de Michaela se convierte en un algo insoportable y las sonrisas se borran de las caras de Catalina y Bárbara. Todo mientras se van revelando detalles más complejos de las actividades de las chicas. Algo de lo que sus respectivas madres se enteran pues están en un vehículo junto a Venegas siguiendo cada paso de las jóvenes.

Entre los "grandes éxitos" de las chicas está el hecho de que Michaela estudia derecho, pero reprobó todo el primer año debido a su afición a la marihuana. Defiende su derecho a salir con sus amigos como si se tratara de algo urgente para vivir y le ha pasado que no puede hacerse cargo de su hijo por estar con resaca.

Por su parte, Catalina ha estudiado varias carreras, pero no se aplica en ninguna y tiene afinidad por lanzas internacionales pues creen que tienen "una mentalidad más abierta" y por narcotraficantes, contando casi con orgullo que uno de ellos gastó medio millón de pesos en una tarde de compras. Ella ve a su hija como una hermana menor. Además, admite que ha consumido cocaína.

Finalmente, Bárbara no tiene problemas en mentir diciendo que tiene un evento promocional para salir de fiesta y amenaza a su mamá con no dejarla ver a su nieta si no la cuida cuando ella quiere. Además, ha sido detenida por sus "malas juntas".

Ya hacia la mitad del programa, las chicas están en shock y conmovidas. Por un lado están las historias de las reclusas que no ven a sus hijos hace años, algo que las afecta especialmente cuando visitan la guardería del lugar y conocen a mujeres que se tendrán que separar de sus pequeños para cumplir el resto de sus condenas.

Por otro lado, comienzan a temer la muy real posibilidad de terminar en la cárcel pues muchas de las historias previas al encierro que escuchan se parecen a las de sus propias vidas: excesos, amigos que no son la mejor influencia, uso de drogas y alcohol han llevado a muchas de esta mujeres en terminar con varios años de condena.

Al terminar la jornada, las chicas salen llorando y pidiendo perdón a sus madres. Momento en que se les ofrece una real posibilidad de cambio: hacer una terapia familiar. Una oportunidad que aceptan, vislumbrando una salida.

Durante su periodo de emisión (23:27 y 00:28 horas), el programa de Canal 13 obtuvo un rating online (no definitivo) de 13 puntos. En el mismo horario, Mega alcanzó 17,7 tantos, mientras que TVN logró 9,8 y CHV 8,3.
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