SANTIAGO.- La portada del nuevo trabajo del músico chileno Manuel García, titulado Harmony Lane, lo muestra a él vestido con un poncho, con su guitarra en mano, acompañado de un perro en la calle que da frente al estudio donde registró este disco. Hay algo "dylanesco" en la imagen, sin dudas, pero al mismo tiempo, que el ariqueño esté ahí parado, esperando, también tiene una impronta de captura para algún trabajo perdido del movimiento de la Nueva Canción Chilena.
Eso explica que en este álbum se presenten composiciones que honran la memoria tanto de Violeta Parra como de Kurt Cobain. Dos artistas que representan, para Manuel García, el amplio espectro que abarca su nuevo registro en el que dialoga la música de raíz chilena profunda con la ya asumida –y reconocida– influencia del hemisferio norte.
Para el cantautor ariqueño, existe una sinceridad en asumir ese cruce. "Lo que pasa es que estamos mirando, los artistas latinoamericanos, hacia allá hace mucho rato. Hay que ver a un Pedro Aznar cantando algún tema de los Beatles, hay que ver a Silvio Rodríguez diciendo 'quién fuera Lennon y McCartney', pensemos en eso. Estamos mirando hacia allá igual cuando estamos viendo nuestra influencia latinoamericana". Eso sí, explica que en Harmony Lane, esta conversación fue recíproca. "Es en doble dirección porque también yo intencioné que la gente norteamericana tocara algunos boleritos, el tema que está hecho para Violeta, por ejemplo".
Cuándo uno escucha Harmony Lane, da la sensación de que musicalmente es un disco muy honesto. ¿Lo ves de ese modo?
-Sí. Yo también lo siento y me agrada mucho eso, y es porque las estructuras de la música, del songwriter, para el norteamericano lo que el escritor de canciones hace es la canción y, según me di cuenta ahora, es sagrado. O sea, ellos respetan tu ciclo de acordes, respetan las partes que tú pusiste.
"Son bandas –explica el cantautor– acostumbradas a acompañar a cantantes de escritores de canciones poéticas. Caso de Neil Diamond, Cat Stevens, Bob Dylan, el mismo Cohen que te nombre antes, Joni Mitchell y un montón de artistas". Y el conjunto que acompañó al compositor, liderado por el guitarrista Craig Thatcher, resultó ideal para la intención que García para su intención de intersectar su raíz latinoamericana con estilos como el country o el blues.
De hecho, García compuso especialmente para este trabajo "El rancho", una suerte de ranchera –un estilo muy popular en el sur de nuestro país– pero que el grupo interpretó desde su perspectiva local. "Fue interesante porque me decía 'esta banda lo va a sentir latino pero también van a saber cómo tocarlo porque la pulsación igual tiene de sus músicas' y por ahí, se cruzan las energías", cuenta a Emol el ariqueño.
La experiencia de Craig Thatcher y los suyos también fue un elemento que le permitió a Manuel García llegar al resultado final que se escucha en Harmony Lane. "Héctor Rosado, de las percusiones, tocó mucho tiempo con David Byrne y Tito Puente. Ni decir Jo Lawry, que es la corista de Sting. Craig Thatcher y el pianista, que se llama Cliff (Starkey), acompañan a la hija de Nina Simone tocando por ahí, por allá y el mismo Craig tiene su banda. El otro Craig, que es el hammondista, ahí se ve a un hombre canoso ya, mayor, Don (Plowman), en la batería, también, ya pasado los 55, al borde de los 60 años", revela el músico chileno.
Un animal extraño: el homenaje a Kurt Cobain
Bajo el entendido que en los últimos años, Manuel García ha ido ampliando su lenguaje sonoro al incluir teclados y sintetizadores (Acuario) y guitarras (Retrato iluminado) en composiciones de raigambre nacionales, tanto en la temática como en el sonido, que el ariqueño reconozca abiertamente que en Harmony Lane exista un tema dedicado al fallecido líder de Nirvana parece un antojo más que otra cosa.
"Yo estoy muy impresionado desde hace muchos años atrás, igual que mucha gente, con la figura de Cobain, que es un muchacho hermoso, genio, que no lo pasó bien. Yo tengo una sensación de que su vida, finalmente, representa una especie de sacrificio humano, autosacrificio humano, a través incluso del arte y de la música. Un desgarro constante y que él atraviesa de una manera existencial", explica al respecto García.
Sin embargo, esta admiración también va de la mano de una suerte de moraleja por parte del cantautor. "Es una advertencia de que en esta sociedad en la que los padres están ocupados, donde la gente, finalmente, se preocupa de la producción como una cuestión que cataliza tu tiempo, que finalmente condiciona el tiempo de la familia, tu forma de convivir, etcétera, no vaya a ser cosa que nuestros jóvenes, quince años ahora tienen los muchachos, en cinco, tres, cuatro años más, estén con este problema que encarnaba Cobain", vaticina el músico.
¿Sientes que al incluir esta canción y que evidencies estos cruces entre nuestra música y la tradición estadounidense, Harmony Lane sea tu disco más corajudo a la fecha?- Claro, lo es porque de alguna manera se fue tejiendo solito. La aparición de una guitarra Martin, el que toca la guitarra Martin experta, que es Craig, la voluntad de haber, por casualidad, cruzado energía y haber dicho aquí sucede algo, que hay un duende que te está hablando y el duende te dice "ven, ven" y tú vas y concretas. Es como el naipe sobre la mesa y tú tienes que jugar no más, esa es tu mano y tienes que jugarla, no hay manera de evitarlo y en ese sentido, uno va siguiendo también esas intuiciones y agradeciendo.
El haber editado este trabajo bajo el sello de Carlos Fonseca, Fusion, también es una prueba del coraje de Manuel García a la hora de abordar la parte "ejecutiva" de su nuevo disco. "Es una vuelta en espiral", explica el cantautor sobre la decisión de lanzar su más reciente trabajo bajo esta modalidad. "Es como volver al punto base pero por encima, en otro anillo, porque Carlos Fonseca ha tomado muchas decisiones, siempre por supuesto conversándolas conmigo, con respecto a cómo vamos a sacar este disco a la calle y ahora decidimos hacer filas de autógrafos", clarifica Manuel.
Si bien el cantautor ha recorrido gran parte del sur de Chile bajo esta premisa, el lanzamiento oficial del disco está planificado para mayo. "Esperamos, con todos los ingredientes y elementos que estamos conversando ahora, poder hacer gira una nacional, ojalá", comenta Manuel y adelanta que "también lo vamos a mostrar en México y en Estados Unidos".
